"Si Puigdemont quiere consultar a los catalanes, que convoque elecciones". Méndez de Vigo se ha sumado a la vía de salida al laberinto catalán que se señala desde el PP. La alternativa más razonable al desafío de los secesionistas consiste en barajar de nuevo. Convocar autonómicas está en la mano de la Generalitat. Lo que no es posible es organizar un referéndum ilegal que afecta a la soberanía nacional.
En la noche del pasado día 7, luego de las dos jornadas negras vividas en el Parlamento catalán, Ciudadanos planteó a las fuerzas democráticas la posibilidad de presentar una moción de censura contra el Gobierno de Junts pel Sí. Fue una iniciativa simbólica sin mayor recorrido. Al menos de momento. Mariano Rajoy prometió estudiarla, a su tiempo. Ahora toca centrarse en el desafío del referéndum, en impedir que el 1-O haya urnas por doquier.
Gobierno de coalición
"Para que se pueda votar con garantías, lo que tiene que hacer el presidente de la Generalitat es convocar elecciones anticipadas, de esta forma los ciudadanos de Cataluña podrán pronunciarse legalmente y con absoluta libertad", aconsejaba este lunes Pablo Casado tras la reunión del Comité de Dirección del PP. "Es la mejor forma para evitarles a los catalanes ese Gobierno que ahora padecen, en manos de los anarquistas de la CUP". La palabra elecciones emerge en forma intermitente desde las filas populares. "Es inevitable, pero no figura en el guión", comentan fuentes de Génova.
Los populares evitan este debate para no debilitar el frente constitucionalista con PSOE y Ciudadanos. Rajoy lo subrayó este martes en el Senado. "Es fundamental mantener la unidad", comentó en respuesta a la pregunta del portavoz socialista. La posibilidad de la moción no entra, por ahora, en los planes del PSC. Miquel Iceta no lo ve oportuno y quizás Pedro Sánchez, tampoco. Sin embargo no descartan un posible Gobierno de coalición, que ellos dicen 'conjunto', con PP y Ciudadanos, tras unos comicios anticipados en Cataluña. Una opción que no se había barajado hasta que los independentistas protagonizaron la accidentada sesión del Parlament, en la que destrozaron las propias normas de la Cámara y amordazaron a los diputados de la oposición.
La dirección del PP pone mucho cuidado en que el debate sobre la moción no difumine o desenfoque el auténtico objetivo del momento. Rajoy en este punto es sistemático. La prioridad es que no haya consulta. El presidente del Gobierno mantiene informados de todos sus pasos tanto a Sánchez como a Rivera. "Lo importante es mantener el frente democrático sin fisuras hasta la cita del plebiscito. Después se podrán plantear muchas opciones, incluidas, claro está, la moción y hasta el Gobierno conjunto. Pero todo en su momento", concluye.
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