España

El PP se lanza a por el voto de Vox e intensifica su discurso migratorio en Cataluña: "Surgen los nervios"

Para los populares se trata del "gran elemento de movilización esta campaña" siempre que no caigan en el "punto populista/emocional" que proponen los de Abascal

Alberto Núñez Feijóo verbalizó este miércoles por primera vez cuál es el objetivo del PP en las elecciones catalanas del próximo domingo. "Estoy convencido de que vamos a pasar a ser la cuarta fuerza en Cataluña", expuso. "De la novena, a la cuarta", ilustró cómo quedaría su formación en la parrilla del Parlament de cumplir sus aspiraciones. Sabedores de que los primeros puestos serán para PSC, Junts y ERC, la afirmación del líder del PP deja la pelota en el tejado de Alejandro Fernández. Un candidato revalidado "de milagro" –en palabras de un alfil de Génova– y a quien sólo se le pide una cosa: que quede por delante de Vox.

Así estiman que sucederá en los trackings diarios que maneja el partido. Y así salvaría la papeleta un PP que, eso sí, espera "cuadriplicar" su resultado en Cataluña tras tocar suelo en febrero de 2021, cuando sacó tres diputados. "El PP ha vuelto a Cataluña", celebró Feijóo en el foro del diario económico Expansión. No obstante, lo cierto es que el margen se ha estrechado en los últimos días, y que el temor a no consolidar el sorpasso a la formación de Santiago Abascal –con 11 diputados la pasada legislatura– acecha las costuras de diferentes sectores del partido.

"Vox ha llegado fuerte al final", reconocen fuentes del PP catalán en conversación con este periódico, si bien convencidos de que Fernández superará "tanto en votos como en escaños" a Ignacio Garriga, secretario general y candidato de Vox. A juicio de un diputado nacional, por eso "surgen los nervios" ya entrada la campaña en su zona Cesarini. Una rivalidad que también explica por qué el PP aprieta ahora en ciertos mensajes que fuentes de la campaña defienden que eran "los grandes temas" en los que querían incidir desde un primer momento: la seguridad y la inmigración.

Banderías asumidas por Vox desde su nacimiento y que los populares quieren disputar en Cataluña. "Es el gran elemento de movilización, lo que puede hacer que la gente no se quede en su casa el domingo", asegura un estratega del PP. Tan en boga está el problema en Cataluña que se trata de la causa que explica la previsible irrupción en el Parlament de Aliança Catalana, el partido independentista y xenófobo que capitanea Silvia Orriols, alcaldesa de Ripoll (Gerona).

En el PP catalán ponen cifras: 200.000 delitos al año, dicen, "cometidos entre pocos delincuentes", sobre todo, en Barcelona y su área metropolitana. Un problema abordado por los populares en su Plan para Cataluñael documento interno en el que constan las vigas maestras de la campaña– y para el que ofrecen diversas soluciones: el desalojo exprés de los okupas, la expulsión de extranjeros multirreincidentes, un mayor control de fronteras para poner freno al efecto llamada, un refuerzo de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y un plan salarial para mejorar las condiciones de juristas, fiscales, jueces y letrados.

"¿Por qué vamos a mirar hacia otro lado?"

Fue el propio Feijóo quien este martes en un mitin en Cornellá (Barcelona) abrió la espita y, a juicio de diversas voces del PP catalán, centró de nuevo el tiro de la campaña. "Yo le pido el voto a aquellos que están a favor de la inmigración legal, pero que no admiten que la inmigración ilegal ocupe nuestros domicilios", dijo el líder de los populares. Unas palabras refrendadas este miércoles por Borja Sémper, portavoz nacional, y Cuca Gamarra, secretaria general de la formación.

"¿Hay que mirar hacia otro lado? ¿No hay que hablar de esto? ¿No podemos reflejar los índices de criminalidad que existen?", se preguntó Sémper en una entrevista en Antena 3. "No es estigmatizar a nadie, es estigmatizar al delincuente, que no es lo mismo", refrendó lo dicho en la jornada anterior por el líder de su partido. "El delincuente puede tener un color de piel diferente, y esto es irrelevante, pero no podemos mirar para otro lado cuando los índices, cuando las estadísticas, afirman lo que ayer dijo el presidente Feijóo", apostilló el portavoz nacional del PP, que aseguró que en Cataluña se originan "el 42% de las ocupaciones ilegales de pisos que se producen en España". También Gamarra reafirmó que "en Cataluña hay un problema de inseguridad evidente" y "un problema de okupación de viviendas" por cuya solución el PP "va a luchar".

Sin embargo, si en algo está satisfecho el PP en esta campaña es en haber engullido el voto de Ciudadanos, un partido que en Cataluña "era más de centroizquierda que en el resto de España", lo que explica los 36 diputados de Inés Arrimadas en diciembre de 2017. Además, el PP ha detectado la adhesión de cierto "votante joven del PSC". No obstante, una vez consolidado este elector, y con Vox cada vez más cerca, a tiro de retrovisor, el PP necesita más carbón para encarar la recta final de campaña. Algo que pasa por recalcar "lo que más importa a la población", dicen desde su comité de campaña: "Un problema muy real y muy bestia que queríamos recalcar". ¿Cuál es la diferencia, entonces, entre lo que ofrece el PP y lo que promete Vox en inmigración? "El punto populista /emocional que tiene Vox y en el que nosotros, como partido de Gobierno, nunca podemos caer", dicen desde el comité de campaña del PP.

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