"Mi candidatura era la mejor". En esos términos se expresó el marido de Nadia Calviño, Ignacio Manrique de Lara, en la carta de renuncia al puesto de alta dirección en Patrimonio Nacional el pasado 23 de diciembre, después de que se desvelara el proceso de selección 'a la carta' para que fuera designado. De esa forma, el Gobierno trató de tapar una polémica que surgió en plenas vacaciones navideñas, pero el PP quiere que el suceso no caiga en el olvido y ha pedido la comparecencia de la exvicepresidenta primera por el intento de enchufe a su marido.
Según confirman a Vozpópuli fuentes del Grupo Popular en el Congreso de los Diputados, el PP ha registrado una solicitud a la Presidenta de la Cámara, Meritxell Batet, para la convocatoria de una Diputación Permanente durante este mes de enero -inhábil en el Congreso- para que ponga fecha a una comparecencia de Nadia Calviño.
El procedimiento, explican los populares, sería el siguiente: "Primero, debe celebrarse esa Diputación Permanente y, en la misma, convocarse una sesión extraordinaria de la Comisión de Asuntos Económicos y Transformación Digital para la comparecencia de la vicepresidenta primera".
En esa comparecencia, según reza la solicitud del Grupo Popular, Nadia Calviño deberá explicar "qué grado de conocimiento y en su caso de participación ha tenido en el proceso de selección de Don Ignacio Manrique de Lara para el puesto de alta dirección, como coordinador de estrategia comercial y marketing en el Consejo de Administración de Patrimonio Nacional".
A espaldas del Consejo y de Zarzuela
El proceso de selección del marido de Calviño provocó una fuerte marejada en Patrimonio, a pesar de las fechas navideñas en las que se produjo. Tal y como informó este medio, los consejeros iban a exigir a la presidenta del organismo justificar el fichaje en un consejo de administración en enero, pero la renuncia de Ignacio Manrique de Lara evitó que la polémica fuera a más.
El proceso de selección no solo se hizo a espaldas de los propios consejeros de Patrimonio, sino también ocultándolo a Zarzuela.
Así, Pedro Sánchez imitó a Zapatero en 2010 y rompió la tradición de informar al Rey de este nombramiento. Una actitud, la del presidente del Gobierno, que supuso otro 'feo' a Felipe VI a apenas unos días del discurso de Nochebuena y que provocó el enfado de personas muy vinculadas a la Casa Real.
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