El PP volvió a salvar al Gobierno. Esta vez, en la votación de la Ley Audiovisual. Los 'populares', que ya evitaron hace unas semanas una comisión de investigación por el 'caso Pegasus', y rechazaron las enmiendas a la totalidad de los independentistas a la Ley de Seguridad Nacional, se abstuvieron para sacar adelante un texto modificado in extremis por el PSOE y que contenía algunas de sus enmiendas. Un sentido de voto que ha sorprendido a propios y extraños y que desde Génova justifican en clave estratégica: el objetivo es enfrentar a Sánchez con Podemos... y con sus apoyos tanto dentro como fuera del Congreso.
Así lo afirman fuentes de la dirección del partido, que destacan la "debilidad" del presidente del Gobierno: "La vida parlamentaria de Sánchez depende del PP y, con nuestro voto, hemos provocado un incendio dentro del propio Ejecutivo, que está en una situación límite".
En Génova recuerdan, en este sentido, que "el texto que salió del Consejo de Ministros valía a Podemos, pero el de ahora no". Solo por eso, destacan, "la abstención es un voto inteligente", porque "ya no salvamos una ley del Gobierno sino del PSOE, y eso provoca un dolor de cabeza de Sánchez con su socio de coalición".
De Podemos a 'los de la ceja'
Efectivamente, los diputados de la formación morada se abstuvieron en la votación de un texto que no fue el acordado en Moncloa. El Grupo Socialista había incluido una enmienda que, por su ambigüedad en la redacción, abría la puerta a que los grandes grupos mediáticos -como Mediaset y Atresmedia- creen sus propias productoras.
Este nuevo articulado no gustó a Podemos, a las pequeñas productoras... y a un apoyo mediático clave para la formación morada: Jaume Roures. El grupo parlamentario de Unidas Podemos actuó en consecuencia y, junto a ERC y Bildu, presentó una enmienda transaccional para volver al texto original. Los socialistas, sin embargo, no la aceptaron y dejaron la aprobación de la Ley en duda hasta el final.
Una vez confirmó el 'no' de los independentistas catalanes y vascos, el PP salvó la Ley Audiovisual con una abstención que volvió a tensionar a los socios de coalición y a sus apoyos parlamentarios... y enfrentó a Sánchez con un sector, el audiovisual, que ha sido un respaldo clave para el PSOE desde hace décadas.
Así, desde Génova no olvidan el apoyo de 'los de la ceja' a José Luis Rodríguez Zapatero y destacan que, ahora, el actual presidente del Gobierno "ha enfadado a Pedro Almodóvar, Carmen Maura... y directores y actores que en su día le respaldaron". La abstención, por tanto, "no nos perjudica a nosotros, sino al PSOE".
"Bolaños tendrá que madrugar más"
Este nuevo acuerdo con el PSOE se produce apenas una semana después de que populares y socialistas pactaran introducir una enmienda en la Ley del 'sí es sí' para abolir la prostitución. Una alianza que tampoco gustó, en absoluto, a Unidas Podemos, que forzó al PSOE a extraerla y presentarla como iniciativa paralela al proyecto legislativo estrella de Irene Montero.
El PP, con ese antecedente muy presente, jugó la partida de la Ley Audiovisual de forma diferente: en vez de pactar con el PSOE la enmienda clave que permite a las grandes televisiones crear productoras propias, decidió abstenerse al final, para alivio de un Félix Bolaños que, una vez más, "llegó al Congreso sin saber si tenía los apoyos necesarios".
Con esta nueva estrategia, el Partido Popular de Feijóo también apunta al ministro de la Presidencia, una persona clave para Pedro Sánchez: "Con la actual situación de debilidad parlamentaria, Bolaños tendrá que madrugar más y también contactar con nosotros". Un cambio de escenario que puede ser un punto de inflexión para lo que resta de legislatura.
Los populares, en todo caso, advierten al Gobierno que "es difícil llegar a acuerdos con alguien que siempre da bofetadas", después de una nueva intervención de Sánchez muy agresiva con el principal partido de la oposición, y que provocó incluso un tuit de González Pons poniendo en duda futuros acuerdos del PP, como el pacto pendiente para renovar el CGPJ.
Las fuentes consultadas recuerdan que esas conversaciones se reanudarán tras las elecciones en Andalucía, pero recuerdan que hay otras cuestiones que el Gobierno tiene que negociar con el resto de partidos. Es ahí donde el PP ve una oportunidad: "O les forzamos a pactar con Bildu o a llegar a un acuerdo con nosotros. Sánchez tiene que elegir entre sacar adelante sus principales proyectos o cabrear a sus socios. Y eso lo tenemos que poner en valor".
