Entre los dirigentes del Partido Popular están circulando en los últimos días una serie de gráficas sobre la inmigración ilegal que ha llegado a las Islas Canarias en los últimos años, que están sirviendo a la formación de Pablo Casado para denunciar cómo se multiplica este fenómeno cada vez que el PSOE entra en La Moncloa.
A esas gráficas le acompañan unos argumentarios internos del PP, a los que ha tenido acceso Vozpópuli, en los que se subraya que la Agencia Europea de Fronteras y Costas (Frontex) ha indicado en su último informe que la inmigración ha bajado un 21% entre el 1 de enero y el 15 de noviembre con respecto al mismo período de 2019, mientras que en España se ha producido el efecto contrario (subida del 23,5%), siendo Canarias la zona en la que más se ha disparado la comparativa con un aumento del 1.019%, tal y como hizo hincapié Casado en su visita de este sábado a Arguineguín.
Asimismo, el PP exige que se realicen repatriaciones a los países de los que salieron estos inmigrantes ilegales y lamenta que el radar para reforzar el Sistema Integrado de Vigilancia Exterior (SIVE) en Lanzarote norte siga en un almacén de la Guardia Civil desde hace tres años. También se critica que España estuviera ausente de la reciente cumbre franco-alemana, a la que fueron invitados Países Bajos y Austria, en la que se puso sobre la mesa la necesidad de reforzar las fronteras de la UE.
Desde Génova también se reprocha al ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, que no haya atendido las cuatro peticiones de comparecencia del PP desde el 29 de enero cuando la entonces portavoz en el Congreso, Cayetana Álvarez de Toledo, pidió al ministro que informase en comisión parlamentaria "sobre las causas del repunte de la inmigración ilegal en las islas Canarias y de las acciones que prevé emprender el Gobierno para frenar este incremento de flujo migratorio hacia el archipiélago canario".
En aquel momento, con el coronavirus empezando a acechar, la situación no era comparable a la actual. Habían llegado 708 inmigrantes a las costas españolas y Álvarez de Toledo pidió a Marlaska que explicase qué medidas iba a implantar "ante la saturación que sufren las islas".
También reclamó al titular del Interior que explicase cómo iba a apoyar a las ONG y colaborar "de manera diligente" con las administraciones para "atender dignamente a todos los rescatados de conformidad con lo establecido en las leyes". Desde entonces, la llegada de pateras y cayucos se ha incrementado de forma exponencial hasta llegar a los 16.760 en el cómputo de lo que va de año.
Un drama humanitario
Esta crisis migratoria que viven las Islas Canarias con la masiva llegada de migrantes africanos ha dado paso a un drama humanitario, con más de 2.000 personas hacinadas desde hace semanas en un campamento improvisado en el citado puerto grancanario de Arguineguín.
Curiosamente, desde que se supo que Marlaska iba a ir a Marruecos, la llegada del número de pateras se ha reducido a cero. El 17 de noviembre, por ejemplo, hubo cuatro embarcaciones en las que llegaron 445 inmigrantes ilegales. Al día siguiente únicamente se recepcionó en el muelle de Arguineguín una patera con medio centenar de marroquíes, mientras que el 19 de noviembre hubo una embarcación con una quincena de inmigrantes. Este sábado, en el que el ministro del Interior estuvo en Rabat, no llegó ninguna.
Acostumbradas a un goteo incesante en la llegada de pateras y cayucos, nombre con el que se conoce las embarcaciones precarias en las que viajan los migrantes, el archipiélago canario está alcanzando cifras que sólo se superaron en 2006, cuando acogieron a 31.678 personas.
Aquella crisis migratoria obligó al Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero a buscar acuerdos con los países subsaharianos para poder repatriar a los ilegales que llegasen a las costas españolas a cambio de cuotas legales y programas de cooperación. Con aquellos acuerdos se redujo a la mínima expresión el avistamiento de pateras en el archipiélago.
En esta gráfica hay un dato que refuerza la tesis del PP de que la inmigración aumenta en Canarias y el resto de España cada vez que los socialistas gobiernan. En el primer semestre de 2018, con Mariano Rajoy aún en La Moncloa, llegaron 121 inmigrantes africanos a las costas canarias. En la segunda parte de ese año, la cifra aumentó a 1.186 por culpa, según Génova, del "efecto llamada" que hubo con el rescate del 'Aquarius' en el Mediterráneo y la "procesión" de seis ministros para recibirles a su llegada a España.
En el conjunto del territorio español hubo, incluso, un incremento más acentuado que en Canarias, que aparece marcado en la tercera gráfica del PP (ver abajo). De los 8.628 inmigrantes que llegaron a España de forma ilegal en los primeros seis meses de 2018, se pasó luego a 48.870 con Pedro Sánchez ya en el poder.
Casado aprovechó este sábado su viaje a Canarias para criticar al Gobierno y sobre todo al jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, por no atajar la crisis que se vive actualmente en el archipiélago. "No puede pretender hacer de Canarias la Lampedusa y la Lesbos de España", ha asegurado.
También ha acusado al líder del PSOE de causar un "efecto llamada" tras la acogida a los 630 migrantes del 'Aquarius' en el puerto de Valencia en junio de 2018. Además, el presidente del PP responsabilizó también a Podemos por defender una política de "papeles para todos", en referencia a la situación de los inmigrantes a su llegada a España.
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