La candidatura de Macarena Olona para liderar a Vox en Andalucía, en las próximas elecciones autonómicas del 19 de junio, no ha cogido desprevenido al PP-A que preside Juanma Moreno. Los populares andaluces trabajaban ya en dos escenarios: un candidato con perfil bajo y poco conocido, o bien, como finalmente se ha confirmado, la diputada en el Congreso por Granada. Una candidata dura y rocosa, que buscará en todo momento el cuerpo a cuerpo con el actual presidente en funciones de la Junta.
Fuentes de la llamada ‘sala de máquinas’ de Moreno Bonilla, encargada de la estrategia electoral, aseguran a Vozpópuli que ya trabajan en el diseño de lo que denominan una “tipología de campaña específica”. Con ella tratarán de contrarrestar los más que previsibles ataques a la gestión del candidato centrista del PP. Especialmente las críticas a lo que ha representado para Vox el actual Gobierno en funciones con Ciudadanos como socio. De sobra es conocido que la línea argumental de la formación de Santiago Abascal es repetir hasta la saciedad que conservadores y liberales andaluces se han dedicado a ser “continuistas de las políticas socialistas” llevadas a cabo por el PSOE-A durante 37 años.
“Si Vox se pone muy radical contra el PP marcaremos distancias con ellos”, explican sobre su afán de no entrar al trapo, ni al cuerpo a cuerpo, que es lo que con toda seguridad buscará Olona. No obstante, en la hoja de ruta de campaña nunca queda nada a la improvisación. De ahí que no se descarte un ‘plan B’ en caso de que Moreno tenga que endurecer su discurso contra su rival por la derecha.
Ya en los primeros compases de precampaña, durante una entrevista en Antena 3, Moreno dijo lo siguiente: “Si Macarena Olona representa a Le Pen, yo represento a Macron que es el que ha ganado las elecciones”. Parece bastante probable que la campaña andaluza pueda tomar tal rumbo, dentro de la previsible polarización que se espera entre PP y Vox.
El candidato del PP-A le dijo a Susana Griso, en Espejo Público, que si el discurso de Olona "es radical o incendiario, una parte de la izquierda se puede movilizar y poner en dificultades esa mayoría social que estamos construyendo desde la moderación, desde hace muchos años", expuso sobre su modelo proveniente del PP templado que instauró Javier Arenas y el "andalucismo constitucional" que él mismo bautizó. Una fórmula que al histórico dirigente le reportó el que es considerado techo de los populares en Andalucía: 50 escaños en 2012, a sólo 5 de la mayoría absoluta, pero no pudo gobernar, debido a un pacto entre el PSOE e Izquierda Unida.
Moreno reivindica "posiciones moderadas, equilibradas y sensatas" frente a "posiciones radicales". Consciente de la transversalidad de su marca personal apela "al centro izquierda, al centro derecha, a esa gran mayoría para que tengamos un Gobierno sólido y en solitario que pueda tomar decisiones". A su juicio, "las encuestas nos dicen que vamos bien y lo que vamos a intentar es sacar un resultado lo más amplio posible que nos posibilite gobernar en solitario", insiste una y otra vez para alejar cualquier acuerdo que suponga sustituir a su hasta ahora socio, Ciudadanos, por Vox.
Los expertos consultados en el seno del PP andaluz reconocen que tras el desembarco de Olona, el perfil más derechista, duro y radical que se podía esperar, han tenido que “reorientar” determinados mensajes que Moreno Bonilla repetía de forma reiterada. Uno de ellos es el de buscar otras fórmulas de apelar al “centrismo” como tal. Ya en el Congreso Regional del PP-A, celebrado en noviembre en Granada, el presidente de la Junta habló de su partido como “centrista, andalucista y moderado”.
Ahora, explican estas fuentes, “nuestro candidato recalcará y apelará a la moderación”, una palabra que será clave, en lugar del “centrismo” y “buscar el centro”. Creen en el PP andaluz que el concepto de moderación engloba el centro en sí mismo. Esta estrategia busca no ahuyentar a votantes en el espectro del centro derecha que el PP tiene fidelizados: “Son gente que se considera moderada, pero no de centro” y que, ante la previsible dureza y los ataques de Vox hacia un candidato como Moreno, en la frontera de la socialdemocracia, pueden buscar una derecha sin complejos en la figura de Olona, inciden desde el PP-A.
No es difícil saber por dónde irán las líneas maestras de una campaña como la de Juanma Moreno. Venderá gestión de los más de tres años de gobierno y buscará lo que él llama “conformar una nueva mayoría social”. Así se refiere a la confianza que tiene en que su voto es transversal y concita a antiguos votantes del PSOE andaluz que se han sacudido cualquier temor ante la derecha.
Como era de esperar, Moreno ha comenzado ya a empequeñecer hasta su mínima expresión las siglas del PP. Se trata de una campaña personalista, al estilo de Feijóo en Galicia, y bajo el lema –todavía de precampaña– de ‘Andalucía Avanza’. También lleva el ‘Juanma presidente’ en los atriles.
Fuentes cercanas a Moreno recuerdan la atracción que ejerce en él la figura del expresidente del Gobierno Adolfo Suárez. De hecho, tiene una foto de el exlíder de UCD en su despacho presidencial del palacio de San Telmo. No es casual el guiño retro del citado slogan preelectoral a un cartel de Suárez en 1986, cuando éste lideraba ya el Centro Democrático y Social (CDS). El lema elegido en aquel entonces fue ‘El centro avanza’.
Personas cercanas tanto al PP como a Vox, consultadas por este medio digital, corroboran que Juanma Moreno y Santiago Abascal mantuvieron conversaciones semanas atrás. En ellas el presidente de la Junta trasladó a su antiguo compañero de filas que una candidata como Macarena Olona perjudicaba a ambos partidos. La razón esgrimida por Moreno Bonilla, que no fue rechazada entonces por Abascal, radicó en que el perfil de derecha dura de la diputada en la Cámara Baja podía perjudicar a ambos partidos y movilizar mucho a la izquierda, no sólo al PSOE, sino a toda la izquierda radical.
En el marco de dichas conversaciones Abascal llegó a plantearse muy mucho no enviar a Olona a Andalucía. No le sobran a Vox diputados con perfil alto y mediático en el Congreso de los Diputados y ella es un gran puntal. Si a lo anterior se suma que los votantes del partido a la derecha del PP se inclinan siempre más por la marca que por encabece la lista, el escenario andaluz parecía estar abonado a un candidato como el actual portavoz parlamentario, Manuel Gavira. Se trata de una persona mucho más moldeable a la hora de una más que posible negociación para formar un gobierno bipartito. O en el mejor de los casos para Moreno, darle su abstención en la investidura. Para ello, el principal objetivo que debe cumplir el barón autonómico moderado es lograr él solo más escaños que toda la izquierda junta.
Cabe recordar que el conocido columnista de ABC Ignacio Camacho, tertuliano habitual del programa Mesa de Análisis, en Canal Sur Televisión, llegó a hablar en este espacio de “negociación soterrada entre el PP y Vox para que Macarena Olona no sea la candidata” en Andalucía.
El adversario del PSOE en el mundo rural andaluz es Vox
En el seno del PP andaluz no están especialmente inquietos por el tirón de Vox en el mundo rural. Creen que en dicho ámbito "el que tiene que estar preocupado es el PSOE". Y es que en municipios de menos de 20.000 habitantes se mantiene la tendencia de que la derecha de Abascal desbanca a los socialistas como primera fuerza, como apuntó la encuesta del pasado 28 de febrero, elaborada por Deimos Estadística para Vozpópuli. Otra tendencia que se mantiene y que apuntó el citado instituto demoscópico es que los de Abascal lideran también el voto joven comprendido entre la franja de los 18 y 24 años de edad. Las redes sociales juegan aquí un papel primordial, donde Vox le gana la partida al PP y al resto de partidos con creces.
En el PP-A aseguran que mantienen "su base electoral" en unos lugares, los municipios pequeños, donde nunca han tenido la primacía, al tratarse de feudos y bastiones donde el PSOE andaluz ha basado siempre todo su potencial. Sí preocupa en la formación que lidera Moreno Bonilla la "fuga de votos" a Vox en lugares como el poniente almeriense, una de las plazas fuertes del partido 'verde', así como las ciudades de Cádiz y Sevilla en lo que respecta a entornos urbanos, donde haz preocupación por las fugas a Vox. A lo anterior se añade la ciudad de Granada y toda su provincia por extensión, tradicionalmente afín al PP y ahora con Olona como candidata.
Por el contrario, desde el PP-A confían en la gran batalla que jugarán contra el PSOE-A en los 29 grandes municipios andaluces (los de más de 50.000 habitantes). Allí hay en juego muchos de los votos de centro y centro izquierda que Moreno se disputará con Juan Espadas en el espectro socialdemócrata templado. Una forma de contrarrestar la pérdida de votantes que se fueron a Vox y que, dada su gran fidelidad a dicho partido, a los populares les resulta difícil recuperar.
A lo anterior se suma la inquietud entre los 'populares' por el auge y tirón que pueda tener el partido de Macarena Olona en "las zonas obreras" de Andalucía. Son conscientes ya de cómo, al igual que el fenómeno Le Pen cala de lleno en los obreros de la industria francesa, "aquí también ha comenzado a penetrar". No hay más que ver las encuestas. El caldo de cultivo que para Vox supone la merma de actividad en el sector industrial naval de la bahía de Cádiz ha contribuido a que Abascal haya elegido la capital gaditana este 1 de mayo para manifestarse allí con su sindicato afín, Solidaridad.
Espadas ha aprovechado este jueves su presencia en un desayuno informativo de Nueva Economía Forum, celebrado en Madrid y presentado por el expresidente de la Junta Rafael Escuredo, para centrarle a Moreno Bonilla una pregunta que será recurrente en campaña: "¿Puede usted afirmar que no gobernará con la extrema derecha de Vox?". Es el argumento del candidato socialista para contrarrestar lo que se le viene encima.
El PP machacará la idea de que lo quiere hacer el aspirante a la presidencia de Andalucía es reeditar aquí las políticas de Pedro Sánchez con un "batiburrillo" de partidos políticos que "son incapaces de ponerse de acuerdo entre ellos". Así se expresó días atrás el coordinador nacional del PP, Elías Bendodo, consejero de Presidencia en funciones sobre lo que el propio Moreno ha denominado "gobierno Frankenstein" del PSOE con "Podemos, comunistas y Teresa Rodríguez, que es nacionalista".
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