Los altercados sucedidos este fin de semana en diferentes ciudades de España tras las protestas contra las restricciones para frenar la pandemia han derivado en un cruce de acusaciones entre los partidos políticos. El PP carga contra Vox por defenderlas, mientras que estos subrayan que solo respaldan las movilizaciones pacíficas. A su vez, Pablo Iglesias ha vinculado este domingo las protestas con la ultraderecha.
Los diferentes líderes políticos han condenado las manifestaciones violentas, pero desde el partido de Casado también han aprovechado las redes sociales para criticar el respaldo de los de Abascal a las protestas, que desde la formación enmarcan en "la ruina de las familias" por la crisis. La censura de los populares sigue a la hecha ayer por Ciudadanos.
Mientras que el presidente del PP, Pablo Casado, se ha limitado a expresar su apoyo a las autoridades y cuerpos de seguridad y a los vecinos "que sufren estos destrozos", otros dirigentes han ido más allá y han cuestionado tanto la pertinencia de las protestas como el papel de Vox.
La crítica más explícita ha sido la de la diputada Ana Vázquez: "Vox apoya las protestas!! Pues nosotros NO! Por eso no somos iguales!", ha escrito en Twitter, provocando la respuesta del portavoz de Vox en el Congreso, Iván Espinosa de los Monteros.
"Claro que no somos iguales, Ana. Vosotros sois iguales al PSOE. Y escribís el ABC. Así que vosotros, a lo vuestro, que es colaborar con este gobierno". Mientras, Vox apoya las protestas pacíficas y pide a la Policía que detenga a los delincuentes. "Cada uno, en su sitio", ha señalado Espinosa de los Monteros.
Por la noche el líder de su partido, Santiago Abascal, había denunciado: "El caos en la calle. La ruina en las familias. La epidemia de nuevo descontrolada", y expresado su apoyo a las fuerzas del orden, a su juicio "abandonadas" por el Gobierno.
Iglesias las vincula a la ultraderecha
Por su parte, el vicepresidente segundo del Gobierno y líder de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, ha culpado a la ultraderecha de las protestas violentas contra las restricciones del coronavirus diciendo que las promueven "tirando la piedra y escondiendo la mano" y ha comparado los incidentes con la "estrategia de la tensión" de Italia.
El alcalde de Madrid y portavoz nacional del PP, José Luis Martínez-Almeida, ha condenado los incidentes y ha llamado a cumplir el toque de queda porque "además de obligatorio es lo leal, prudente y solidario para evitar que se transmita la enfermedad".
La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha negado que los manifestantes violentos sean los afectados por la crisis.
"Los que siembran el caos en las calles no son los más vulnerables al virus, ni los que luchan por ganarse la vida. Son grupos organizados que buscan sacar tajada del miedo y de la situación. La vida y la libertad se defienden cumpliendo las leyes", ha escrito Ayuso.
La filiación política de los manifestantes ha generado polémica después de que, en el caso de Barcelona, el director de los Mossos atribuyera la violencia a grupos de extrema derecha organizados, lo que provocó la queja de Vox, que culpa de los altercados a la extrema izquierda y a extranjeros, al tiempo que respalda las concentraciones.
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