Los ganaderos gallegos empiezan a estar muy preocupados por la rápida propagación de la llamada Enfermedad Hemorrágica Epizoótica (EHE), una plaga que tardó en llegar a Galicia pero que ahora afecta ya a explotaciones radicadas en las cuatro provincias. Aunque el número de vacas muertas hasta el momento, diez, puede resultar muy poco llamativo en una región que cuenta con más de 530.000 reses, lo cierto es que los focos infecciosos no paran de crecer y existe el temor de que sigan extendiéndose por otras muchas granjas si no se toman las medidas oportunas.
La EHE es una enfermedad infecciosa pero no contagiosa producida por un virus que se transmite a los animales exclusivamente a través de la picadura de mosquitos del género Culicoides spp, que afecta especialmente a rumiantes silvestres, como los ciervos, corzos o gamos. En el ganado doméstico solo resulta afectado el bovino, según aclaró hoy la Xunta de Galicia, mientras que el ovino puede infectarse sin mostrar sintomatología. El caprino, sin embargo, no es sensible a esta dolencia.
Medio Rural reitera que dicha dolencia no afecta a las personas ni por la picadura del insecto, ni por el contacto con las reses infectadas ni por el consumo de productos de carne de origen animal
La Consellería de Medio Rural ha declarado hoy cinco nuevos focos de EHE en Galicia, uno en la provincia de Ourense (Ayuntamiento de A Mezquita), tres en la de Lugo (Guitiriz, A Pastoriza y Taboada), y uno más en la de Pontevedra (Vila de Cruces), que hasta el momento no había registrado casos. Con estos nuevos puntos de infección, la comunidad registra ya trece focos. Pese a la preocupación reinante entre los ganaderos, Medio Rural insiste en que la picadura del mosquito es la única vía de transmisión de la enfermedad, por lo que no es posible el contagio directo entre vacas. Además, reitera que dicha dolencia no afecta a las personas ni por la picadura del insecto, ni por el contacto con las reses infectadas ni por el consumo de productos de carne de origen animal.
No hay tratamiento frente al virus
Los expertos destacan que que no existe vacuna ni tratamiento curativo específico frente al virus de la EHE, por lo que resulta conveniente tomar medidas preventivas encaminadas a evitar los más posible el contacto de los animales con el “mosquito vector”, que se suele reproducir en zonas con abundante materia orgánica húmeda o lama. También se pueden utilizar de forma cautelar desinsectantes o repelentes en las instalaciones, en los medios de transporte o en los propios animales. En todo caso, se calcula que la mortalidad media de las vacas afectadas es muy baja, de tan solo el 0,51%. Los animales enfermos suelen presentar fiebre, dificultad respiratoria, poca movilidad y secreción ocular o nasal.
El alza de los precios de los combustibles y los elevados costes de producción, entre otros muchos factores, han puesto a numerosas granjas en una situación límite
Estas explicaciones no han tranquilizado a los sindicatos del sector. Así, Unions Agrarias ha publicado hoy una nota en la que insta al Gobierno y a las instituciones implicadas a coordinarse sin más dilación para poner en marcha un protocolo de actuación que permita “la activación inmediata de ayudas para compensar los costes del tratamiento y las pérdidas que está provocando la enfermedad”. Denuncia, además, que desde que a finales de septiembre se detectó el primer caso de EHE en Galicia, la infección continúa propagándose por la comunidad y los ganaderos “siguen sin tener apoyo para hacerle frente” justo en un momento muy delicado en el que el alza de los precios de los combustibles y los elevados costes de producción, entre otros muchos factores, han puesto a numerosas granjas en una situación límite.
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