En fechas recientes se han detectado varios perfiles en Tinder, la red social de ligues, de diversos miembros de los Mossos d'Esquadra. La historia no pasaría a mayores de no ser por que los agentes se identifican como tales y aparecen en acto de servicio, un detalle que ha despertado la polémica y la preocupación entre los mandos del cuerpo. Consideran que supone una "brecha de seguridad" en un contexto de alto nivel de alerta por el terrorismo. En otros cuerpos, como en la Guardia Civil, se estudia prohibir a sus integrantes que suban imágenes a redes sociales con su uniforme sin el consentimiento de sus superiores.
Como publicó elmon.cat, hasta el momento se han detectado al menos dos perfiles en Tinder de miembros de los Mossos d'Esquadra con su uniforme y equipamiento. Fuentes de seguridad consultadas por Vozpópuli señalan la "preocupación" que estas imágenes provocan en los cuerpos policiales.
Primero, porque muestran las ubicaciones en las que se desempeñan habitualmente los agentes. Y eso, en nivel de alerta 4 sobre 5 por amenaza terrorista, no es conveniente. El Ministerio del Interior no ha rebajado este nivel desde junio de 2015, a partir de una cadena de atentados terroristas en Francia, Túnez, Kuwait y Somalia.
Hay que tener en cuenta que no han pasado ni cuatro años de los atentados de Barcelona y Cambrils, en el que una célula yihadista acabó con la vida de 16 víctimas y dejó más de un centenar de heridos. Y Cataluña, a tenor de las cifras de detenciones e intervenciones policiales registradas, es uno de los principales focos de actividad yihadista que hay en España: de las 24 operaciones contra el yihadismo que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado explotaron en 2020, 7 fueron en territorio catalán, según los datos recogidos por el Observatorio Internacional de Estudios sobre Terrorismo (OIET).
Pero también porque abre las puertas a que personas con intenciones criminales abran una vía de comunicación directa con los agentes. Recuerdan el episodio que tuvo lugar en agosto de 2018, cuando un hombre con un cuchillo entró en la comisaría de Cornellá con la intención de atacar a los agentes que hacían guardia. Éstos tuvieron que hacer uso de su arma reglamentaria para abatirlo.
En esa ocasión, los agentes estaban protegidos en sus dependencias oficiales. Pero la posibilidad de contactar individualmente con uno de ellos para establecer una cita en un lugar con mayor exposición -como ocurre a través de la red social Tinder- multiplica el riesgo de los policías autonómicos, señalan las mismas fuentes consultadas por este diario.
De los Mossos a la Guardia Civil
A esa "brecha de seguridad" hay que añadir la posible mancha de la imagen institucional de los Mossos d'Esquadra. En otros cuerpos policiales también se han detectado instantáneas o vídeos de algunos de sus miembros en redes sociales y, por eso, se estudian qué medidas se pueden adoptar para evitar problemas derivados de esta actividad.
Es el caso de la Guardia Civil. El borrador del Real Decreto que regulará el uso general del uniforme aborda algunas cuestiones estéticas y de comportamiento de los agentes. El que ha suscitado un mayor debate es el de los tatuajes; de acuerdo a la nueva norma -que aún debe ser aprobada-, los miembros del Instituto Armado podrán tener tatuajes de hasta 70 centímetros cuadrados en sus extremidades, siempre que no estén en las manos ni contengan mensajes contrarios a los valores constitucionales o a la disciplina del cuerpo.
La referencia también incluye una normativa relacionada con el uso de las redes sociales por parte de los agentes. "El personal de la Guardia Civil no podrá hacer uso del uniforme en las siguientes situaciones ajenas al servicio: [...] en páginas web, redes sociales en línea o cualquier otro medio de difusión pública utilizando cuentas y canales de uso privado, salvo con autorización previa".
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