El presidente del Tribunal Superior de Justicia de Navarra, Joaquín Galve, ha afirmado que el juez discrepante de la sentencia de La Manada es "una persona absolutamente normal, un buen juez", y ha añadido que "en absoluto conoce" ningún problema que le impida a este magistrado ejercer.
Galve ha respondido así a las declaraciones realizadas ayer por el ministro de Justicia, Rafael Catalá, en las que sostuvo que dicho juez, Ricardo Javier González, tiene algún "problema singular" y que el CGPJ debió "actuar preventivamente contra él".
Según ha dicho esta mañana Galve en una entrevista en la SER, al ministro le han dado "muchas informaciones falsas y malintencionadas" sobre González.
Además ha sostenido que el ministro ha cometido un "ataque directo a la independencia del poder judicial", motivo por el que junto al resto de jueces y magistrados navarros ya suscribió ayer un escrito indicando que esto debería "provocar su inmediata dimisión".
Para el presidente del TSJN puede que Catalá tenga que poner "negro sobre blanco" algunos asuntos pero en este caso "nadie sabe por qué lo dice" y es además "una injerencia en algo subjudice".
"Dimitir depende de él (Catalá), la dimisión es un acto personal", ha precisado, y ha negado que él como presidente del TSJN ni el año pasado ni este haya realizado alguna actuación contra la sección segunda de la Audiencia de Navarra, que ha juzgado el caso de La Manada.
Sí ha admitido que en 2017 planeó incluir dentro del sistema de programación ordinaria de inspección para 2018 dos órganos y una fue la citada sección, "pero es una práctica ordinaria" y los motivos pueden ser "el tiempo transcurrido desde la última inspección o por algún problema por carga de trabajo importante con asuntos de calado".