El juez de la Audiencia Nacional que investiga los atentados de Barcelona y Cambrils, Fernando Andreu, ha rechazado la oferta de entrevistarse con un preso de la cárcel de Valladolid que dice tener información sobre la célula yihadista que perpetró los ataques. Según una providencia del pasado lunes a la que ha tenido Vozpópuli, el magistrado duda de su credibilidad después de que la Policía le tomase declaración hace meses.
Su nombre es Iván Collantes Rodríguez, madrileño de nacimiento pero residente en Salou (Tarragona). Tiene 25 años e ingresó en la cárcel en marzo del año pasado por una condena por robo con fuerza que terminará de cumplir en 2021. Pocos días después de los atentados, este interno elevó al director del centro penitenciario vallisoletano dos cartas manuscritas que obran en el sumario del caso.
En una de ellas explicaba que varios de los autores del atentado -cuyas identidades ya habían trascendido- formaban con él una banda dedicada a robar para financiar atentados en Cataluña, concretamente contra el aeropuerto de El Prat y el AVE. Según decía, hay un edificio lleno de ocupas donde podían seguir ocultos alguno de los integrantes de este grupo. Aseguraba conocer la dirección de otros domicilios y alegaba haberse criado con los terroristas.
Dos cartas desde la cárcel
Más inquietante era la segunda misiva, presuntamente escrita en marzo, meses antes de los atentados. Se dirigía a varios supuestos miembros de su banda llamados Hake, Boussa y Hasan. Les pedía protección para su entorno ante los planes terroristas del grupo: “si mi familia corre tan sólo un 10 por ciento de peligro os derrumbo”. Según le dijo al director de la cárcel nunca llegó a remitir a nadie esta carta “por miedo a destapar todo”, pero añadía que el autor del atentado de la Rambla, Younes Abouyaaqoub era su “mano derecha” y advertía de que iban a hacer “una más grande”.
El responsable del centro penitenciario dio cuenta de estas revelaciones a la Policía en una nota informativa en la que definía al preso como “equilibrado” y “con capacidad intelectual dentro de la media” a pesar de ser un consumidor habitual de drogas desde los 12 años. Al tener conocimiento el juez de estos hechos, procedió a informar a los Mossos d’Esquadra.
Finalmente fueron agentes de la Comisaría General de Información de la Policía Nacional los que le tomaron declaración voluntaria en prisión el 22 de noviembre a Iván Collantes y se llevaron una impresión muy distinta a la descrita por el director de la cárcel. Tacharon sus explicaciones como “rocambolescas” y basadas en parte en las informaciones que iban publicando los medios sobre la investigación de los atentados.
Insiste en ver al juez
Le mostraron varias decenas de fotos entre las que se encontraban los miembros de la célula yihadista y apenas reconoció a dos. Entre otros posibles objetivos, el preso señaló “dos estadios de fútbol como el campo del Atlético de Madrid y que una fecha sería la final de Champions y otra posible fecha para la perpetración de atentados será en la época del mundial de fútbol de Rusia”.
La Policía no le creyó y la Fiscalía tampoco, pero el preso insiste de nuevo en poder hablar con el juez, según una providencia dictada el pasado lunes por el magistrado Fernando Andreu. El magistrado dice haber recibido un escrito de este recluso en el que pide “entrevistarse” con el juez o con el fiscal que investiga el caso. La providencia informa que esa oferta se ha unido al sumario “sin más trámite”.
El juez zanja que “la Comisaría General de Información ya recibió declaración voluntaria a aquella persona informando que no se concede veracidad a la información que la misma aporta, dadas las incongruencias y falta de datos de los que adolece su declaración”.
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