Arnaldo Otegi no ha logrado, con el apoyo de Bildu a los Presupuestos, "sacar de la cárcel a 200 presos de ETA", tal y como él mismo aseguró en plena negociación con el Gobierno para las cuentas de 2022. La izquierda abertzale, sin embargo, sí ha conseguido influir, y de forma decisiva, en la política penitenciaria de Pedro Sánchez. Y ha conseguido un hito histórico: ya hay más etarras en las prisiones vascas que en las del resto de España.
Así lo confirma el informe elaborado por la Asociación Sare (red en castellano), fundada en 2014, muy próxima al colectivo de presos de ETA -EPPK-, y que tiene como portavoz a Joseba Azkarraga, el que fuera consejero de Justicia del Gobierno Vasco por Eusko Alkartasuna.
En el citado documento, al que ha tenido acceso Vozpópuli, se señala de forma explícita la llegada de Pedro Sánchez a La Moncloa tras la moción de censura contra Rajoy como un punto de inflexión para los presos de ETA: "En junio de 2018, anunció que acometería una profunda revisión de la política penitenciaria que se ha venido aplicando al colectivo de presos y presas vascos, sustituyendo la política penitenciaria antiterrorista, por una política penitenciaria de carácter ordinario”.
Ese cambio en la política penitenciaria empezó a dar sus frutos "a finales de 2019" cuando, según Sare, los acercamientos a presos de ETA "cogen más ritmo".
El colectivo señala, además, que ese movimiento fue posible gracias al Gobierno y no a los jueces, que siempre se opusieron a esa nueva estrategia: "Conviene subrayar que los cambios que mejoran la situación -ubicación geográfica y régimen de vida- de estas personas devienen, mayoritariamente, de las decisiones del poder ejecutivo, pues la inicial senda de resoluciones judiciales del Juzgado Central de Vigilancia Penitenciaria no se ha mantenido en estos dos años".
Fin al "alejamiento"
El "proceso", afirma Sare, "se ve claramente afectado por la pandemia". Además, la llegada del Covid-19 provocó, según este colectivo, el "doloroso menoscabo del derecho a las comunicaciones y al tratamiento de las personas presas".
En todo caso, destacan desde esta asociación, "la política penitenciaria desde diciembre de 2019 hasta julio de 2021 se ha caracterizado por una modificación sustancial de la política de alejamiento".
La política penitenciaria de Sánchez ha permitido que 92 presos de ETA estén cumpliendo condena en el País Vasco, frente a los 83 que lo hacen en prisiones del resto de España
Así, "los cambios de destino de los presos, sobre todo en el segundo semestre de 2020 y el primero de 2021, han hecho que a día de hoy ninguno de ellos se encuentre en el sur del Estado español".
Entrando ya en cifras concretas, Sare asegura que a 9 de enero de 2022, la política penitenciaria del Gobierno de Sánchez ha permitido que 92 presos de ETA estén cumpliendo condena en las cárceles del País Vasco, frente a los 83 que lo hacen en prisiones del resto de España. Además, otros 10 etarras están cumpliendo condena en sus domicilios y 21 en centros penitenciarios de Francia.
El 96%, a menos de 400 kilómetros
De esta forma, explica el informe, un 53% de los familiares de presos de ETA viajan dentro del País Vasco para realizar las visitas a la cárcel, un 43% tienen que hacer un recorrido entre 150 y 400 kilómetros, y el 4% restante ha de recorrer una distancia entre los 401 y los 600 kilómetros.
Se da la circunstancia, además, que el 80% de los 21 presos que cumplen condena en Francia lo hacen en las "cárceles más cercanas" a sus familias, mientras que solo el 20% está a una distancia de 600 kilómetros.
Pese a estos datos, Sare afirma que "el régimen de excepcionalidad que se ha venido aplicando al colectivo de presos y presas vascos continúa manteniéndose".
Clasificación de grados de los presos
Por otra parte, la plataforma también ha hecho una clasificación de los presos de ETA en función del grado penitenciario de su condena. Según sus datos, a día de hoy hay 11 presos de ETA en tercer grado, 155 en segundo grado, y 7 sin clasificar.
Sare denuncia, en este sentido, que "la inmensa mayoría de los presos se encuentran bloqueados en un segundo grado penitenciario, lo que les impide avanzar hacia la libertad condicional, una vez cumplidas las tres cuartas partes de su condena".
Finalmente, este colectivo confirma que la edad media de los presos de ETA que cumplen condena en prisión es de 47 años. Destaca, además, que hay 10 presos con más de 70 años, 8 de más de 65, y 20 de más de 60.
Los autores de este informe exigen al Gobierno la apuesta clara por la "libertad condicional" de los presos de ETA. El Ejecutivo, mientras, estaría preparando una reforma legal, junto a PNV y Bildu, para acelerar la excarcelación de 50 etarras que cumplieron parte de su condena en Francia, tal y como publicó el viernes ABC.
Vea, a continuación, el informe al completo de Sare al que ha tenido acceso Vozpópuli:
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