El recorte en personal público sigue su curso. Comenzó en los primeros años de la crisis y continúa como parte de la estrategia de ahorro del Gobierno de Rajoy. Los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado es uno de los colectivos que más ha sufrido los efectos del ajuste y la constante pérdida de personal es ya una hemorragia imposible de contener. El adelgazamiento de sus plantillas se explica con una sencilla operación matemática: se van más de los que llegan. Cada año se retiran de media unos 2.500 efectivos -entre los que pasan a la reserva y las jubilaciones-, tanto en el Cuerpo Nacional de Policía (CNP) como en la Guardia Civil, pero el número de plazas de nuevo ingreso se queda muy corto para compensar esas bajas. La oferta de empleo público para 2014 está en torno a 140 nuevas plazas para Policía y un número similar para el Instituto Armado, por lo que el próximo año España dispondrá de aproximadamente 4.500 integrantes menos de ambos cuerpos.
Menos agentes y más mayores. Ése es el resultado de una tasa de reposición que ya ni siquiera llega al 10%, según denuncian sindicatos de la Policía y agrupaciones de la Guardia Civil consultados por este diario. Al no haber tasa de cobertura, las plantillas van mermando cada año y, datos en mano, el número de efectivos está reduciéndose provocando enormes pérdidas de personal, tal y como apuntan desde Unión de Guardias Civiles. El Estado pasó de disponer de 81.941 guardias civiles en 2012 a 79.264 en 2013 -cerca de 2.700 menos-; mientras el número de policías en activo se redujo de los 71.387 de 2012 a 67.906 (hay otros 2.082 agentes en segunda actividad) en 2013 -un ‘tajo’ de casi 3.500-, según los datos del Boletín Estadístico de Personal al servicio de las Administraciones Públicas. En 2014, más de lo mismo. Los Presupuestos Generales del Estado para el año que viene contemplan una reducción del número de profesionales -incluidos funcionarios, laborales fijos y laborales eventuales- que integran tanto la Dirección General de la Policía como la de la Guardia Civil: 3.312 empleados menos respecto a 2013 en la primera y 1.137 trabajadores en la segunda.
Las asociaciones de policías y guardias civiles coinciden en alertar de que la tasa de reposición es tan baja que no cubre las bajas de los agentes que pasan a la reserva y los que se jubilan
Lejos quedan los años previos a la crisis, y en consecuencia a las políticas de ajuste, en los que la media de puestos convocados para la Policía superaba los 4.500 puestos y llegó a su máximo histórico de 5.000 plazas en 2008. Desde entonces, el bajón ha sido clamoroso hasta llegar a las 140 plazas en la Escala Básica y 50 plazas en la Escala Ejecutiva y las 134 vacantes en la Escala de Cabos y Guardias de la Guardia Civil en 2013, de las cuales solo 41 fueron plazas libres porque 67 de ellas eran para militares de tropa y marinería de las Fuerzas Armadas, y 27 estaban reservadas para alumnos del Colegio de Guardias Jóvenes (hijos del cuerpo). Desde el Sindicato Unificado de Policía (SUP) advierten que, de seguir esta tendencia, “en cinco años habrá 12.000 policías menos”, con los serios problemas para la seguridad ciudadana que ya a día de hoy está ocasionando ese tijeretazo.
Plantillas envejecidas y puestos bajo mínimos
El SUP denuncia la falta de renovación de las plantillas y su consecuente envejecimiento. El grueso de los ingresos nuevos van a parar a Madrid, y eso provoca que la media de edad de los agentes de otras comunidades como Castilla-La Mancha, Castilla y León o Asturias, por ejemplo, supere los 50 años. “No podemos crear plantillas en dos días”, se queja su portavoz, que pone como ejemplo la situación de la Academia de Ávila, donde “se ha pasado de 4.000 o 5.000 agentes de nuevo ingreso a apenas unos 150”. La Academia está en cuadro -aseguran-. “Son unas instalaciones muy buenas que ahora dan servicio a muy poca gente, y se quiere paliar la falta de uso trasladando allí algunos cursos de formación”. Sin embargo, esta idea no ha servido para igualar el nivel de actividad de años anteriores y los despidos de personal de restauración o limpieza han sido inevitables.
La reducida oferta de empleo público está provocando que las plantillas no solo se vean reducidas, sino cada vez más envejecidas, con una media de edad que ronda los 50 años
Las reivindicaciones de la Guardia Civil van en la misma línea. La Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) se queja de que el hecho de no haber suficiente personal nuevo obliga a colocar en determinados puestos a empleados de otras unidades, a los que en última instancia se les obliga a realizar tareas más allá de las propias. En definitiva, “hay que hacer el mismo trabajo con menos personal”. La AUGC señala que para que un puesto de la Guardia Civil sea operativo al 100% ha de contar con no menos de 20 agentes para establecer turnos, cubrir puestos en las oficinas, etc. Sin embargo, “tenemos puestos con cinco, tres, o incluso uno”, denuncian.
Unificación de ambos cuerpos para ahorrar 4.000 millones
Uno de los aspectos que más debate genera es la duplicidad de competencias. “Policía y Guardia Civil comparten competencias, lo que cambia es la demarcación, y a veces ni eso”, apuntan desde la AUGC. Ambos colectivos (SUP y AUGC) presentaron a primeros de este año una propuesta para unificar ambos cuerpos, algo que algunos sectores de la Guardia Civil llevan años reivindicando. Con dicha unificación, ambos cuerpos quedarían agrupados en un Cuerpo de Policía Civil del Estado, dependiente del Gobierno central. “La idea es crear un cuerpo unificado, mejor coordinado y más austero. Ahora no hay operatividad”.
Para que un puesto sea operativo 100% se necesitan no menos de 20 agentes. Actualmente hay puestos con cinco, tres o incluso una persona, denuncia la AUGC
Según sus cálculos, el nuevo modelo ahorraría hasta 4.000 millones al año. Policía autonómica al margen, no se trataría de reducir, sino de racionalizar y eliminar las duplicidades. La idea es una transformación progresiva para tener en 2020 un cuerpo estatal unificado.
Sin embargo, la propuesta no va ni para para delante ni para atrás. Según AUGC, el PSOE no se moja y el PP directamente se decanta por mantener la Guardia Civil. El único que apuesta por desmilitarizarla es Izquierda Unida. Desde la asociación de guardias civiles comentan que “a veces interesa tener un cuerpo militarizado, y más ahora con la que está cayendo, por si consideran que hay que intervenir”. Además, se quejan de que, a diferencia de la Policía y al ser un cuerpo militar, carecen de sindicatos y no pueden salir a protestar. Si lo hacen es con la amenaza de un expediente sancionador. “Somos una Policía barata y obediente”, concluyen.
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