España

El Príncipe 'pasa' de los chismes y celebra su 46 cumpleaños en un cuartel

El Príncipe de Asturias celebra hoy su 46 cumpleaños trabajando. Como siempre. Ajeno a los rumores sobre su matrimonio, que han arreciado estos días, Don Felipe, recién llegado de Canarias, visita el cuartel de la Brigada Paracaidista de Paracuellos.

No hay festejo especial para celebrar el 46 cumpleaños del Heredero de la Corona. Don Felipe, como es habitual, no ha interrumpido su agenda con motivo de su aniversario. Estará hoy en Paracuellos, con uniforme militar, de visita al cuartel de la Brigada Paracaidista "Almogávares" VI, como un día cualquiera. Su actividad no se detiene, en especial en estos últimos meses en los que ha de sustituir las ausencias del Rey, aún convaleciente y con su movilidad muy restringida.

Estas fechas previas a la efeméride, Don Felipe pudo reunirse con Doña Letizia en Canarias. No era un viaje de placer o de turismo, sino una visita oficial a la islas para inaugurar un palmeral en Tenerife y otras actividades. Allí se reencontraron los Príncipes de Asturias en unas ajetreadas horas que dieron pie, al menos, a que se les pudiera fotografiar juntos, algo inusual. También se les ha podido ver en un reportaje fotográfico en una escapada a un cine madrileño, para asistir a la proyección de La gran belleza, uno de los títulos más populares de la temporada.

Enfriamiento y distancia

Esta semana han vuelto a menudear los comentarios sobre un posible enfriamiento en el matrimo. El rotativo ABC publicaba el domingo una muy respetuosa información, como corresponde al rotativo monárquico, con un título ambiguo. "Don Felipe marca distancia", donde se hacía eco de algunas informaciones que han circulado con cierta profusión que desvelan tiranteces y alejamiento en la pareja.

Por ejemplo, se mencionaba el hecho de que en un reciente fin de semana el Príncipe se despalzara con unos amigos a esquiar a Formigal mientras Doña Letizia asistía a un concierto de Spandau Ballet con sus amigas. Algo usual ya que la Princesa reserva con frecuencia algunos días para dedicarlos a su propio programa personal de esparcimiento. Al margen de que abomine del esquí, como tantos españoles que no han frecuentado ese deporte desde pequeños. El Príncipe acaba de regresar de un accidentado viaje a Honduras, en el que el avión que desplazaba a la comitiva sufrió una avería y tuvo que posponerse el programa durante más de nueve horas.

La salud del Rey

El diario El Mundo, mucho más concreto, recogía rumores de algunas fuentes, no explicitadas, sobre este mismo asunto. Los chismes en torno a este particular no son nuevos. Se suceden desde hace un par de años. Y ahora, con motivo del cumpleaños de Don Felipe, se han redoblado. Nada que decir en torno a este asunto en la Zarzuela, donde están pendientes de los preparativos para la recepción al Cuerpo Diplomático que presidirá el Rey la semana próxima. Un compromiso importante en el que Su Majestad tendrá que pronunciar unas palabras. Después del episodio de la Pascua Militar, en el que Don Juan Carlos apareció titubeante y algo desmejorado, la Casa Real está afinando todos los extremos para que esta ceremonia resulte perfecta. Hay mucho interés por comprobar cómo evoluciona el Rey y qué aspecto ofrece en esta ocasión. No se puede dañar de nuevo la imagen del Monarca, en pleno proceso de recuperación por la última intervención en su cadera.

El Rey quiere volver a la primera línea de la actividad oficial de la Familia Real. De este modo se ha hecho público su viaje previsto a Portugal, invitado por la Fundación Cotec, para el próximo 11 de febrero, tres días después de que su hija, la Infanta Cristina, declare como imputada ante el juez que instruye el "caso Nóos". El doctor Cabanela, que intervino al Rey de la infección de cadera, ya anunció que poco a poco podría retomar sus actividades fuera de la Zarzuela, e incluso llevar a cabo algún desplazamiento. En este semestre también está programado un viaje a París, donde se encontrará con el maltrecho presidente de la República, François Hollande, y posteriormente a Arabia Saudi, tierra donde Don Juan Carlos goza de gran estima y donde cuenta con entrañables amigos entre la familia real.

El Príncipe, ajeno a los chismes y cotilleos, celebra pues su cumpleaños sin ningún festejo particular. En un cuartel, de visita a las Fuerzas Armadas y vestido de uniforme. Ya el año pasado su 45 cumpleaños coincidió con la inaugruación de Fitur, la feria de turismo y tampoco, naturalmente, se alteró su programa oficial. Habrá, eso sí, algún momento de intimidad familiar para, al menos, apagar las velas del pastel en compañía de la Princesa y de sus hijas.

 

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