El juez ha enviado a prisión a los tres detenidos por la brutal agresión a un hombre en Laredo (Cantabria). Las imágenes del ataque rápidamente se viralizaron en redes sociales por la crueldad con la que los tres participantes descargaban con furia las barras metálicas contra su víctima. La mujer que fue arrestada por estos hechos quedó en libertad, según informan a Vozpópuli fuentes de la investigación. La Guardia Civil investiga las causas del suceso pero todo hace indicar que la pelea se produjo por un presunto acoso del herido a una menor de la familia gitana.
Dos de los hombres y la mujer fueron detenidos este domingo mientras que el arresto del cuarto varón se produjo este lunes. Tienen entre los 28 y 56 años y pertenecen al mismo clan familiar. Fueron detenidos como presuntos autores de un delito de lesiones pero el juez de Laredo califica los hechos de tentativa de homicidio. Son dos padres y dos hermanos.
La agresión se produjo pasadas las 14.10 de la tarde cuando la Guardia Civil fue alertada de una pelea donde se utilizaron objetos contundentes en el aparcamiento de un supermercado de Laredo. Hasta el lugar se trasladaron varias patrullas de seguridad ciudadana, donde encontraron a una persona tendida en el suelo y que estaba siendo atendida por personal sanitario.
Intentaron vender la furgoneta por 2.000 euros
Posteriormente fue trasladada al Hospital de Laredo desde donde fue derivado al Hospital Universitario Marqués de Valdecilla de Santander, donde continúa ingresado con pronóstico reservado. La víctima es un hombre de 63 años de edad, que no estaba realizando actividad laboral ninguna en ese momento. Fue agredida con barras metálicas utilizadas para instalar puestos de venta ambulante.
Tras las evidencias recabadas en el lugar de los hechos y de las primeras indagaciones, se obtuvo información que los presuntos agresores podían residir en la localidad de Cicero, lugar donde se encontró el vehículo con el que habían huido tras la agresión. Precisamente esta furgoneta fue puesta ayer a la venta por la aplicación de Wallapop por un precio de 2.000 euros.
La víctima es de otra familia con antecedentes
Las primeras indagaciones apuntan que el conflicto entre la víctima y los agresores comenzó en el mercadillo de Laredo. En este punto se inició la tensión porque acusaron al hombre, que es de otra familia gitana y tiene múltiples antecedentes, de acosar a una niña de 13 años. Tiene antecedentes, entre otros delitos, por maltrato.
El hombre cerró su puesto y se marchó a comer. Ahí fue donde le esperó presuntamente los padres y los hermanos de la menor que viven en Cícero y se dedican a vender telas en los mercadillos. Precisamente con las barras de hierro de los puestos fueron las armas con las que descargaron la furia contra este hombre.
Apoya TU periodismo independiente y crítico
Ayúdanos a contribuir a la Defensa del Estado de Derecho Haz tu aportación