España

Los problemas que azotan a la 'ingobernable' Extremadura: líder en paro juvenil y 'plata' en pobreza

Los malos datos de empleo y pobreza hacen que la región sea una de las más difíciles de gobernar, a lo que hay que sumar otros problemas derivados, como el 'AVE' a Extremadura, catalogado como el 'tren de la vergüenza'

Extremadura se ha convertido en la gran 'patata caliente' tras el 28-M. No solo por las dudas que revolotean en torno a quien será su presidente, sino también por las profundas transformaciones que necesita la comunidad en muchos ámbitos. Desde la sanidad hasta el transporte, Extremadura se encuentra en los vagones de cola dentro de España en muchos factores que marcan el crecimiento de una región.

El primero de ello, la tasa de pobreza. Extremadura tiene la segunda mayor tasa del país (37,7%), solo por detrás de Andalucía (37,8%). Esto produce que la región con más población en riesgo de exclusión social: un 36,9% al cierre de 2022, según cifras del Instituto Nacional de Estadística, once puntos por encima de la media nacional.

De hecho, es una de las comunidades que más negro pinta el futuro de sus jóvenes, ya que el paro juvenil se sitúa en el 47% según la última Encuesta de Población Activa, cuando la media española se sitúa en el 28,9%. Esto quiere decir que solo la mitad de los menores de veinticinco años tienen un puesto de trabajo y que la situación en Extremadura es mucho peor que en el resto del país.

Esto hace que muchos jóvenes apuesten por abandonar la región y buscar un futuro lejos de casa, lo que genera que cada vez haya una mayor despoblación del entorno rural. Es por este motivo -entre otros- que tanto Cáceres como Badajoz están entre las provincias que conforman la 'España vaciada'. Tampoco ayuda el salario que percibe un extremeño de media. La región tiene los ingresos más bajos 'per cápita' de toda España: 10.133 euros de media. Aquí también se encuentra muy lejos de la media nacional, situada en 13.008 euros.

La falta de jóvenes tampoco es repuesta con extranjeros. Extremadura es la comunidad autónoma con menos afiliados extranjeros. Pese a que esta ha aumentado un 10% en el último año, la autonomía ve cómo la falta de oportunidades laborales y los bajos salarios hace que los inmigrantes decidan sentar raíces en otros puntos geográficos de España.

Pese a ello, hay ciertos brotes verdes: mientras que el paro ha descendido en mayo un 6,3% respecto al mismo mes de 2022, en Extremadura ha bajado un 9,04%. Además, es una de las regiones que más apuesta por la transición ecológica: además de la planta de diamantes de Di Caprio, levantará dos fábricas de baterías. Además, es la región que más energía limpia utiliza de España.

Del tren al socavón: Extremadura, a la cola en infraestructuras

La movilidad en Extremadura -también desde y hacia- se ha convertido en un problema máximo. La N-523, la única carretera que conecta Cáceres y Badajoz, sigue cortada pese a que la borrasca Efraín, que dejó al descubierto un socavón en la calzada, pasó por la región en diciembre.

Desde hace tiempo hay un desvío provisional, pero este es exclusivo para transporte ligero, de modo que los camiones tienen que buscar alternativas para ir de una ciudad a otra. La pesadilla acabará en unas semanas, según el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, aunque la paciencia se acabó hace tiempo entre los extremeños.

Por otro lado, el Ave sigue sin llegar y no se prevé que la situación cambie pronto. La asociación extremeña 'Amigos del Ferrocarril', según comunicó hace cuatro meses, no cree que el trayecto Madrid-Badajoz esté terminado antes de 2030.

Mientras tanto, los extremeños y los turistas que viajan a la región siguen rezando tres 'padresnuestros' antes de subirse a uno de sus trenes, a los que ya les han colocado, incluso a nivel internacional, el apellido 'de la vergüenza'. Este viernes, el descarrilamiento de una máquina interrumpió la circulación en el tramo Badajoz-Mérida. El pasado 10 de junio, un incendio hizo que los pasajeros del tren Sevilla-Cáceres se quedasen tirados al lado de las vías durante tres horas y media. En abril, otro fuego provocó la cancelación de un Madrid-Cáceres en Leganés. Y estos no son, ni mucho menos, todos los incidentes que sufre el tren en Extremadura.

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