La falta de sueño a estudio. La Fundación Mapfre ha realizado el primer estudio sobre los hábitos de sueño entre la población joven de nuestro país. Una de las primeras conclusiones a las que ha llegado es que un 15,1% de los jóvenes de España ha sufrido un accidente de tráfico por falta de sueño, ya que sea por somnolencia, en el caso del 8,3%, o por falta de atención (6,8%). Además, en la mayoría de estos accidentes han sido varones con una media de 18 a 23 años.
El estudio que ha cogido el nombre de '¿Como duermen los jóvenes? Hábitos y prevalencia de trastornos del sueño en España' también ha revelado que un 9% usa fármacos hipnóticos con receta de forma semanal. Por otro lado, un 15% recurre a remedios que no necesitan receta como, por ejemplo, melatonina, cannabidol o doxilamina, mientras que el 10% de los consumidores de alcohol, bebe por la noche para poder conciliar el sueño.
La investigadora principal del estudio y neuróloga, Marta Rubio, explica que ese 15,1% que ha tenido un siniestro de tráfico por falta de sueño sube al 20% en varones y al 33% en el caso de jóvenes que padecen apnea de sueño. El estudio ha sido elaborado sobre una muestra de 3.400 jóvenes entre 18 y 34 años ha desvelado que el cannabis se usa para dormir. El 8% de los encuestados lo consumen al menos una vez al mes y el 63% de ellos lo utiliza para descansar.
El problema real de la falta de sueño
Utilizar dispositivos electrónicos con pantalla en la cama antes de ir a dormir es un hábito muy común entre el 83% de los encuestados. A pesar de ello, un 59 % adopta medidas para mitigar el impacto nocturno como la "activación de la función filtro de luz" o el uso de dispositivos de "tinta digital". En la mitad de los casos, tardan más de una hora en dormirse si bien los encuestados diferencian entre la hora a la que se van a la cama y la que están listos para dormir.
En su mayoría consideran que dormir es tan importante como la alimentación o el ejercicio físico, pero el 33 % duerme menos de siete horas y el 61 % admite restar horas de sueño para ocio u otras actividades de interés por falta de tiempo personal durante la jornada. Las mujeres de 30 a 34 años son unas de las que sufren la falta de sueño y tienen un sueño fragmentado debido al cuidado de los hijos.
La encuesta constata que un tercio de los encuestados confirma tener un problema de salud mental diagnosticado, siendo la ansiedad más frecuente, seguido de la depresión. Un 19 % atribuye su problema de salud mental como causa de su sintomatología de insomnio. Un destacable 83,5 % de los jóvenes de la muestra tiene alguna sintomatología relacionada con el insomnio: un 46 % refiere dificultad para iniciar el sueño, un 36 % admite despertares durante la noche y el 47 % despierta antes de lo deseado. Solo un 16,5 % reconoce dormir bien y no tener ningún síntoma.
Las consecuencias de la falta de sueño
Las principales consecuencias de la falta de sueño que identifican los jóvenes son: cansancio o fatiga (54 %), dolor de cabeza (40 %), mal humor o irritabilidad (34 %), problemas de atención, concentración y memoria (30 %), somnolencia diurna y problemas de motivación o iniciativa (29 %). También refieren problemas que están relacionados con el rendimiento académico o laboral (21,5%), de comportamiento como hiperactividad o impulsividad (12%) y propensión a errores o accidentes (11%).
En este último caso, cuando se les pregunta sobre los accidente de tráfico, el porcentaje sube al 15,1% que reconocen haber tenido un siniestro por la falta de sueño. La mitad de los encuestados reconoce haber tenido dificultades para levantarse por la mañana y en el 77% de los casos requieren el uso de alarma o de alguien que les ayude a despertarse.
Este estudio advierte que los hábitos de sueño poco saludables en la población más joven puede desencadenar problemas a largo plazo. En la muestra para este informe han participado a partes iguales hombres y mujeres, con una media de edad de 26,3 años.
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