El Juzgado de Instrucción número 7 de Madrid, señala que cinco profesores de la Universidad Complutense de la capital, calificaron injustamente –y a sabiendas– a uno de los docentes que se presentaba para la obtención de una plaza”, según publica ‘Abc’. El motivo fue la “animadversión personal” que sentía hacia el denunciante uno de los miembros del tribunal, el profesor y odontólogo José María Martínez, uno de los activos colaboradores de la trama de falsificación de tesis y artículos científicos plagiados.
Tanto los profesores como la Universidad Complutense, al ser la responsable civil subsidiaria, serán juzgados el próximo mes de abril en la Audiencia Provincial de Madrid acusados de un delito continuado de prevaricación administrativa.
Suspendieron al denunciante en tres procesos aún teniendo más de un ocho de nota
Los implicados son los miembros de la Comisión de Evaluación José María Martínez González, Blanca Flora Guisado Moya, Rafael Baca Pérez-Bryan, María Rosa Mourelle Martínez y Lorenzo Arriba de la Fuente, quienes supuestamente habían urdido una trama para que el solicitante a la plaza fuera suspendido de manera sistemática en tres procesos a pesar de haber obtenido puntuaciones por encima de ocho en concursos anteriores.
Según el juez, “para la provisión de nueve plazas de profesor asociado (...) han dictado durante los años 2015 y 2016 resoluciones arbitrarias, manifiestamente injustas”.
El auto asevera que la Comisión de Evaluación otorgó “reiteradamente (con distintos argumentos pero contraviniendo lo ordenado por el Rectorado al resolver las reclamaciones del denunciante) una puntuación inferior a 5, con la finalidad de impedir la adjudicación a Jorge Cano Sánchez de alguna de las plazas convocadas”.
”Resulta sorprendente tanto que el reclamante haya obtenido ahora una puntuación inferior a la que se le asignó en las primera propuesta de provisión de plazas como que cada candidato haya obtenido la misma puntuación en todos los concursos”, dijo el juez encargado.
Las diligencias del Juzgado llegaron a la conclusión de que el tribunal llegaba “incluso a dar puntuaciones superiores a otros aspirantes con menores méritos (es decir, que o no habían sido profesores en la UCM o tenían menos años de experiencia profesional), con motivo de la animadversión personal contra el denunciante del investigado, José María Martínez González”.
La profesora Cristina Barona, colaboradora de la trama y vinculada a Martínez, obtuvo una plaza
Los hechos comenzaron el 16 de septiembre de 2014, cuando la Comisión hizo una primera propuesta de provisión de plazas “en la que el denunciante quedó fuera con una puntuación de 4,176”, penúltimo de ocho aspirantes.
Sí obtuvo plaza la profesora Cristina Barona Dorado, que es otra de las colaboradoras de la trama que lidera el catedrático de la Universidad Católica de Murcia José Luis Calvo Guirado y está vinculada personal y profesionalmente al propio José María Martínez.
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