La primera manifestación contra la OTAN congregó a poco más de dos millares de personas en Madrid y tuvo en alerta a los agentes de la Policía Nacional. Fue una primera toma de contacto en la que los efectivos consiguieron impedir que 60 radicales accedieran a la misma con botes de humo, tornillería o bengalas. Un método de cacheos preventivos que repetirán este miércoles para que no sucedan incidentes en el centro de la capital, según han informado fuentes policiales a Vozpópuli.
El pasado domingo la incautación de este material se produjo en algunas bocas de Metro de la estación de Atocha. Una circunstancia que se repetirá este miércoles gracias al dispositivo que vigilará el entorno del centro con miembros de la Unidad de Intervención Policial (UIP) y de la Unidad de Prevención y Reacción (UPR). Un operativo que será paralelo al de la OTAN.
Dos protestas a pocos metros
La cita será a las ocho de la tarde en la plaza Tirso de Molina y la convocatoria está siendo difundida en redes sociales por el Movimiento Antirrepresivo de Madrid. Estas protestas también han sido organizadas en diferentes puntos de la geografía española pero ninguno tan emblemático como el centro de Madrid, en mitad de la cumbre de la OTAN.
Esta concentración no es la única convocada este miércoles en Madrid ya que hay otra a la misma hora en la Plaza de Lavapiés. "Vosotros os llenáis la tripa, la nuestra ruge", es el lema de la otra protestas que se celebrará a escasos metros de la de Movimiento Antirrepresivo. Será otro foco de atención para las fuerzas de seguridad que tendrán que vigilar que ambas no se unan.
Controles en el acceso a la plaza
Es un foco posible para que los radicales llegados a la capital puedan actuar. Sin embargo, existe la confianza en las fuerzas y cuerpos de seguridad de solventar la situación sin problemas como está ocurriendo en los últimos días. Tienen controlados a los pocos radicales antisistema que han venido en autobuses de Italia, Grecia y Portugal.
Este miércoles los agentes estarán presentes en las cercanías y accesos de la plaza Tirso de Molina para vigilar que los asistentes no porten objetos capaces de ser lanzados como piedras, tornillos o céntimos. Este control policial también se realizarán en las estaciones de Metro más cercanas, puntos habituales de desplazamiento de este tipo de activistas.
También está siendo importante el trabajo realizado por la Brigada de Información a la hora de identificar a los posibles líderes de estos movimientos contra la OTAN que comanden las acciones delictivas. Una labor fundamental para el trabajo de campo que viene hoy.
La Policía lo tiene "completamente controlado"
La propia delegada del Gobierno en Madrid, Mercedes González, ha alertado de la posibilidad de que se produzcan “concentraciones espontáneas” contra la cumbre de la OTAN en Madrid, con lo cual la "Policía hará su trabajo, como siempre". “Siempre se producen concentraciones espontáneas. De momento, los colectivos que han pedido concentraciones o manifestaciones han tenido su respuesta, saben que no tienen el permiso y la policía tiene completamente controlado que puedan sucederse determinadas funciones, pero confiemos en ellos”, ha señalado en los últimos días González.
También está prevista la llegada de miembros antisistema de otros puntos del territorio nacional. Precisamente en Zaragoza, la Policía contactó con varias empresas de autobuses para identificar a los viajeros que se desplazaban a Madrid en los últimos días. También se ha hecho en otras localidades. Algunos de ellos fueron retenidos e identificados.
Una situación a la que se vivió ayer en Arganzuela cuando varios activistas se manifestaron sin autorización. Fueron casi una treintena que no fueron detenidos pero si identificados. Vandalizaron con pintadas la fachada de la Escuela de Guerra del Ejército.
En otros puntos de madrid se han teñido de rojo varias fuentes en zonas como Moratalaz o la Guindalera. El Ayuntamiento de Madrid ha procedido a su limpieza. Sin embargo, por el momento, no se ha producido ningún tipo de incidente grave en la ciudad, que se encuentra cercada bajo el amplio dispositivo de seguridad por la OTAN.
No ir identificados y vestir de negro
La única preocupación de los agentes de la Policía Nacional son los radicales que vienen con las lecciones aprendidas del manual de guerrilla urbana 'Black Bloc'. Un nombre que viene dado de las indumentarias que deben llevar los asistentes y de los guantes y pasamontañas para evitar ser identificados. En este documento de 72 páginas se describen las fórmulas para organizar desórdenes públicos y cómo combatir a las fuerzas de seguridad.
Piden que los compañeros apunten en los brazos los números de abogados y familiares para que sean comunicados en caso de detención. Los asistentes violentos no deben llevar en sus pertenencias móviles, DNI o tarjetas con los que puedan ser identificados.
Sin desórdenes públicos
Una vez iniciados los enfrentamientos aseguran que se pueden lanzar a los policías piedras,tapas de alcantarilla, adoquines o escombros. Botellas o cócteles molotov, también se encuentran en su macabro inventario de actuación. También mencionan las quemas de coches para frenar, aún más, el avance de la policía. En vídeos muestran como atacar a los agentes y la posibilidad de quitarles sus escudos defensivos entre dos personas.
Entre los materiales que consideran esenciales están los cascos de protección y los guantes para no dejar huellas en un escudo puede ser utilizado. Portar mascarillas, tapones, ropa de recambio, banderas con mastiles, agua, petardos o monedas de céntimo, son otras de sus consignas.
Este miércoles los agentes vigilarán que no se produzcan desórdenes públicos en esta protestas contra la OTAN pero podrían disolver en cualquier momento la misma si es masiva y se ve en peligro la seguridad del centro de la capital.
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