Marina Geli, Nuria Ventura y Joan Ignasi Elena, los tres mosqueteros del PSC que han defendido sin disimulos su disposición a luchar por los mismos objetivos que comparten Convergencia y Esquerra Republicana para Cataluña, siguen sentados en sus escaños del Parlamento autonómico como si nada hubiera pasado, mientras el terremoto en su partido continúa y empieza a tener réplicas en las distintas federaciones socialistas.
El terremoto en el PSC continúa y tiene sus réplicas en el resto de las federaciones socialistas, que exigen mano dura
Los ‘barones’ del PSOE, en particular la andaluza Susana Díaz, no ven razonable que arranque el largo ciclo electoral que se avecina sin que el PSC haya hecho la limpia en sus filas. El recado que Alfredo Pérez Rubalcaba le ha trasladado a Pere Navarro de parte de los dirigentes regionales es nítido: tiene que expulsar a los críticos y no tolerar nuevas indisciplinas. Esta es una misión que se ve con cierta lejanía desde Andalucía, Madrid o la comunidad valenciana, las tres comunidades donde el PSOE se juega en buena medida su futuro electoral, pero que supone para la actual ejecutiva del PSC la aplicación de una dura medicina con graves efectos secundarios en términos electorales. Por añadidura, Pérez Navarro empieza a ser visto como una marioneta de Rubalcaba.
¿Puede el PSC aspirar a algo en Cataluña prescindiendo del ala más catalanista", se preguntan en el partido
Para buscar una referencia fiable del peso del sector crítico dentro del socialismo catalán, dentro del PSC se remiten al consejo nacional celebrado antes de Navidades en el que se decidió por amplia mayoría el desenganche del plan soberanista de CiU. Allí se comprobó que la masa crítica, la que votó en contra de plegarse a los dictados del PSOE, sumó al 20% de los asistentes, porcentaje que, según fuentes socialistas, subiría hasta el 30% en el conjunto del partido. ¿Puede el PSC aspirar a algo en Cataluña prescindiendo del ala más catalanista?, se preguntan diputados de esta formación. En la ejecutiva del PSOE se contesta que, al menos, la expulsión de los críticos valdría para frenar la fuga de votos hacia Ciudadanos y el PP.
Nadie duda de que el sector crítico del PSC trabaja ya en la posible creación de un nuevo partido político
Nadie duda que si Navarro da este paso y reconduce el espacio electoral del PSC, los críticos se pondrían manos a la obra para crear un nuevo partido, siguiendo el precedente dejado por Ernest Maragall el pasado verano cuando creó una plataforma para intentar que el catalanismo tenga su propio altavoz en la Unión Europea, bajo la aspiración de presentar una candidatura en los comicios de mayo.
"O se escindía el PSOE del PSC o se escindía el PSC por sí mismo. Si se ha optado por esta última salida, lo lógico es llegar hasta el final", se afirma en el PSOE
En la ejecutiva federal del PSOE no asusta que los críticos del PSC creen otro partido. Es más, lo ven como algo inevitable a la vista de las numerosas votaciones en las que los socialistas catalanes estarán obligados a retratarse de aquí a un año cuando en el Parlamento autonómico y en los ayuntamientos, el frente soberanista formado por CiU, ERC e Iniciativa promuevan mociones a favor de la independencia y del referéndum. Bajo el principio de más vale ponerse una vez colorado que ciento amarillo, el PSOE y sus ‘barones’ creen que Navarro tiene que ir a por todas sin más dilaciones que las que impone el sentido común. “Aquí nos jugábamos dos posibilidades: o se escindía el PSOE del PSC o se escindía el PSC por sí mismo. Si se ha optado por esta última salida, lo lógico es llegar hasta el final”, resume una fuente muy cercana a Rubalcaba
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