El PSC ha presentado un recurso ante el Tribunal Constitucional por el voto delegado de Lluís Puig, diputado electo de Junts y fugado a Bélgica. Según explican fuentes del PSC a Vozpópuli, recurrirán a la Justicia cada vez que los nacionalistas "se salten las leyes". El partido de Salvador Illa cree que la aceptación por parte de la mayoría de la Mesa del Palament de aceptar la delegación del sufragio de Puig va en contra del reglamento de la Cámara autonómica, que solo lo permite para situaciones de emergencia.
La admisión del voto delegado por parte del órgano rector de la institución catalana provocó el primer encontronazo de Laura Borràs, presidenta de la Mesa, y las fuerzas constitucionalistas. Vox, Ciudadanos y PP anunciaron que presentarían recursos de amparo en el Constitucional -aunque todavía no lo han hecho-, y el PSC se abrió a estudiarlo. Según confirman ahora desde el partido a este medio, ya han hecho el trámite con el fin de que no se vulnere la legalidad en la nueva legislatura que acaba de empezar.
El PSC se erigió en campaña electoral como la única alternativa posible para dejar atrás los años del procés independentista. Salvador Illa ha reiterado su intención de presentarse a un pleno de investidura. Una opción que, de momento, Borràs enfría al argumentar de que no cosecha los apoyos suficientes para presentarse. La posición de los socialistas es que ganaron las elecciones del pasado 14 de febrero y que ERC debería contemplar otras mayorías con el fin de salir de la parálisis política, aceptando que Illa fue el vencedor en los comicios.
El PSC se abre a un 'tripartito'
La portavoz del PSC en el Parlament, Alícia Romero, dio así un giro en la estrategia electoral del partido al abrirse a un gobierno tripartito del PSC con ERC y En Comú Podem. Su primera opción, matizaba, es la de un Ejecutivo en minoría de PSC y comuns -que reprodujera los equilibrios del Gobierno de Pedro Sánchez-, pero también veía con buenos ojos un acercamiento a ERC.
La condición para este acuerdo pasaría por que rompieran definitivamente los lazos con los de Carles Puigdemont y se comprometieran a no "saltarse las leyes" ni a "desobedecer". "Queremos que ERC se dé cuenta de que hay una alternativa más sólida presida por Salvador Illa con un gobierno progresista y de izquierdas", abundaba Romero en rueda de prensa.
El dilema de ERC en la Mesa del Parlament
En este sentido, la decisión de presentar un recurso ante el Constitucional puede, indirectamente, despejar las dudas sobre qué harán los miembros de ERC ante un nuevo advertimiento de la justicia. En la sesión de investidura fallida de Pere Aragonès las fuerzas independentistas aceptaron derivar en la diputada Gemma Geis el voto de Lluís Puig, pero está por ver qué pasará en las futuras votaciones en la Cámara. Si se romperá o no la unidad independentista.
En esa votación de la Mesa la sorpresa la dio el hasta entonces secretario segundo de la Mesa, Jaume Alonso-Cuevillas (Junts). El también letrado se abstuvo en la polémica votación y Junts acabó por sustituirle del órgano rector después de que manifestara públicamente su negativa a votar cuestiones "estériles" que llevarían a su inhabilitación.
El PSC no quiere perder ninguna oportunidad para ganar protagonismo en la política catalana. La llamada 'operación Illa', fraguada desde Moncloa, sigue en marcha. Además de dividir el independentismo y comprometerse a denunciar cualquier atropello a la legalidad, lleva ahora la batuta en otros aspectos que también condicionan la política catalana, como es el papel de TV3.
El PSC ha pedido el cese del jefe de informativos de la cadena y ha presentado un paquete de iniciativas para "refundar" la televisión pública. Ante la dificultad de liderar el próximo Govern, buscan liderar la oposición con contundencia. Y esto pasa por recurrir a los tribunales si es necesario.
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