El PSOE dice que Carles Puigdemont miente, que no hubo dirigentes del partido que conversaran con él y le ofrecieran la posibilidad de indultarle. Pero fuentes socialistas consultadas por este diario aseguran que el PSC, el alma catalana de Ferraz, tenía "vía libre" para hablar con el expresidente catalán huido de la Justicia española tras la proclamación unilateral de la independencia de Cataluña, en octubre de 2017. Una de ellas, conocedora de las conversaciones del PSOE con el independentismo catalán, zanja: "Era imposible hablar del indulto si no cumplía prisión". Estas fuentes, además, apuntan al ministro de Cultura, Miquel Iceta, como más que probable interlocutor con el 'exiliado' de Waterloo.
En el PSOE, no obstante, piensan que Puigdemont está tratando de justificar su huida tras el jarro de agua fría que la ha echado el Tribunal General de la Unión Europea (TGUE), que desestimó su recurso y el los de los exconsejeros huidos Tomi Comín y Clara Ponsatí contra las decisiones del Parlamento Europeo de suspender su inmunidad; una decisión que ha abierto la puerta a que se reactiven las euroórdenes de detención. El Gobierno, en verdad, espera ver la detención de Puigdemont para utilizarla políticamente. Y es que el presidente prometió que traería a España al exjefe del Gobierno catalán y le metería en prisión.
Según el relato de Puigdemont, en RAC1, en estos años de estancia en Bruselas ha recibido "muchas visitas", entre ellas, las de "personas del PSOE" que habrían mantenido contactos con él "más de una vez" en el Parlamento Europeo "antes, durante y después de los indultos" que Sánchez concedió a los líderes independentistas condenados por el Tribunal Supremo. Puigdemont asegura que siempre escuchó la misma propuesta: "Me dijeron que se podía hablar de esto". Pero su respuesta en todos los casos fue: "No es mi situación la que arreglará el conflicto, no hace falta que me vengáis a presentar soluciones felices, que me entregue y que ya me daréis un indulto y que ya me trataréis bien. No busco esto. Esto no arregla nada".
El PP huele la sangre
El PP ha olido la sangre y ha salido en tromba a acusar a Pedro Sánchez de tener un pacto oculto con Puigdemont. En Génova saben que vincular al PSOE con el independentismo es un arma poderosa con la que desangrar los intereses electorales de Ferraz. Y no están dispuestos a dejar pasar la oportunidad así como así. Mientras el expresidente catalán tenga foco, los populares le usarán como ariete. Las elecciones del 23-J se acercan y el sueño del PP es hacerle tanto daño a Sánchez con Puigdemont como se lo hicieron con las listas de EH Bildu, que incluian decenas de etarras como candidatos en las elecciones municipales del 28 de mayo.
El PSOE, oficialmente, resta credibilidad al expresidente de la Generalitat, porque cree que "se fue con él en el maletero", en referencia a la huida a Bruselas que protagonizó el líder independentista semanas después de la celebración del referéndum ilegal del 1 de octubre. Cabe recordar que Puigdemont puso rumbo a Bruselas en un viaje clandestino en el que contó con la ayuda de varios Mossos d'Esquadra.
Ese mismo día, la Fiscalía General del Estado se querelló contra él y su Govern por rebelión, sedición y malversación. Ahora, el TGUE respalda la decisión del Parlamento europeo de marzo de 2021 de retirarle la inmunidad a Puigdemont. En su sentencia explica que desestima todos los motivos formulados y, muy en particular, las alegaciones que apuntaban que el Parlamento incurrió en error al concluir que el proceso judicial no se incoó con la intención de dañar la actividad de los diputados. Puigdemont, no obstante, sigue echado al monte: "Yo no me entregaré nunca, ni que me ofrezcan pasar solo un mes en prisión. La vía es la amnistía, una condición necesaria pero no suficiente", dijo.
El daño electoral
El independentismo catalán hace daño al PSOE. Por eso, cuando los comunes anunciaron que Sumar recogería en su programa electoral una consulta, el llamado derecho a decidir, el PSOE entró en cólera. Las fuentes consultadas dentro del PSOE se quejan de que justo ahora que el partido puede vender de cara a las elecciones generales del 23-J una mejor situación política en Cataluña, en Sumar quieran imponer un marco que no les favorece nada, por mucho que en el programa, solo se plantee que lo que se somterá a consulta será el acuerdo que salga de la mesa de diálogo entre gobierno central y Generalitat. .
Aunque estas mismas fuentes socialistas entienden que el resultado del 28-M en Cataluña, donde ERC sufrió un fuerte varapalo en favor de Junts, devuelve el independentismo al centro de la disputa política. Y todo porque el golpe que se llevaron los de Oriol Junqueras se lee en clave de castigo de los acólitos del secesionismo por su fase de diálogo con el Estado y de abandono del 'procés'.
Precisamente Moncloa lleva meses gritando a los cuatro vientos que el proceso soberanista ha muerto gracias a su acción. Pero la previsible llegada al Gobierno de España del PP y, quién sabe si de Vox, ya está calentando las bases en Cataluña y activando el gen independentista. Eso en parte, analizan en el PSOE, también explica que Puigdemont dijera que los socialistas le ofrecieron el indulto. En cualquier caso, lo que esperan en el PSOE es que sus socios no vuelvan a mencionar Cataluña de aquí al 23-J. Y, en caso de hacerlo, sea solo para vender la gestión de la coalición.
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