El 40 congreso federal del PSOE comienza este viernes en Valencia. Lo hará con una foto de unidad. Ministros, presidentes autonómicos y barones arroparán a Pedro Sánchez en el arranque de esta cita, retrasada más de un año por la pandemia del coronavirus. El presidente del Gobierno afianzará su poder absoluto en este congreso, en el que además buscará reconciliar pasado y presente. La presencia de Felipe González, muy crítico con algunas decisiones de Sánchez en los últimos tiempos, será el puente con el que Sánchez quiere reforzar la sensación de unidad y coser las heridas de las primarias.
Sánchez ha diseñado un congreso a su medida, en el que el PSOE elegirá una nueva comisión ejecutiva y profundizará en la agenda de ideológica del Gobierno: políticas sociales, transición ecológica, reto demográfico o vivienda, entre otros. Uno de los grandes debates será una supuesta descentralización de las instituciones del Estado. Varias enmiendas a la ponencia del congreso abordarán un plan para llevar algunos organismos públicos a otros territorios.
Líderes autonómicos, como el presidente valenciano Ximo Puig, han hecho especial hincapié en defender esta iniciativa. Pero la idea, según fuentes socialistas, no es nueva. La impulsó José Luis Rodríguez Zapatero durante su etapa en La Moncloa. Y naufragó, entre otras razones por la voraz oposición del nacionalismo catalán y vasco.
Nacionalismo vasco y catalán, en contra
El independentismo y el nacionalismo periférico nunca ha querido más presencia del Estado en sus territorios, sino menos. La Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones se movió de Madrid a Barcelona, pero el experimento duró muy poco por la fusión de organismos impulsada por Mariano Rajoy con la llegada de la crisis económica.
En este caso, la propuesta del PSOE se dirige a organismos más pequeños, menos significativos. Algunos, supuestamente, de nueva creación con la mirada puesta en la España vaciada. "¿De qué sirve mover el Instituto de la Marina o Salvamento Marítimo? ¿De qué sirve crear nuevos organismos cuando lo que tendríamos que hacer es reducirlos", se pregunta un veterano socialista. "Si queremos un debate de verdad tenemos que hablar de trasladar el Senado a Cataluña, el Tribunal Constitucional al País Vasco o el Consejo General del Poder Judicial a Valencia, por ejemplo".
El debate en el seno del PSOE ha irritado a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, que lo enmarca en un nuevo ataque del Gobierno central a la región. Díaz Ayuso ha acusado a Sánchez de querer "descapitalizar Madrid". "Ayuso va a entrar a lo que sea", señalan fuentes socialistas. "El oro de Madrid no son los organismos públicos, sino la concentración de empresas. Y esta situación la ha provocado, en parte, el nacionalismo catalán".
Impacto en las primarias del PSOE-M
La descentralización ha impactado de lleno en las primarias del PSOE de Madrid. La federación trata de recomponerse tras el batacazo electoral del pasado de 4 de mayo. El portavoz adjunto en la Asamblea, Juan Lobato, y el alcalde de Fuenlabrada, Javier Ayala, se disputan la secretaría general del PSOE-M.
El entorno de Lobato explica a Vozpópuli que este debate del congreso federal no afectará al PSOE de Madrid por mucho que Ayuso quiera. "El problema de Madrid es que la descapitalización de médicos y profesores; no que la confederación del Ebro esté en el Ebro o que la dirección general de puertos del Estado esté en Málaga", explican.
El equipo de Ayala, por su parte, considera que Ayuso trata de "exacerbar su discurso populista al más puro estilo del procés a la madrileña". "Según el planteamiento que se ha hecho, esta descentralización afectaría solo a organismos de nueva creación", explican estas fuentes. "Hay que exigirle al Gobierno de la Comunidad de Madrid que se dedique a gobernar y no a hacer oposición al Gobierno de España para satisfacer las ambiciones personales de la señora Ayuso".
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