Cuando se dice que Pedro Sánchez controla el PSOE con mano de hierro, es verdad. Ni las críticas de la vieja guardia, ni las escasas voces discrepantes han arañado el liderazgo del presidente del Gobierno. Y eso, a pesar de que el PSOE conserva La Moncloa de milagro y a un alto precio, mientras apenas le resta un exiguo poder territorial desde la debacle del 28 de mayo.
Muchos municipios y algunas comunidades están muy lejos de la doctrina que imparte Pilar Alegría cada lunes Ferraz. Y suelen ser dirigentes como el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García Page, o el ex presidente de Aragón, Javier Lambán, los que dan voz a un sentir alejado de la línea oficial de La Moncloa.
A ellos se les ha escuchado discrepar de la amnistía y de otras muchas cesiones a los nacionalistas. Y tras la consolidación del Frankenstein + Puigdemont como bloque de Gobierno tras los resultados del 23-J, lamentan la oportunidad que pierde España con Alberto Núñez Feijóo como líder del centro derecha. "Echaremos de menos Feijóo", explica a Vozpópuli un alto cargo desde una de estas regiones. "Y lo veremos pronto".
Del "indocumentado" Casado al razonable Feijóo
La escasa fuerza de los críticos en el PSOE actual no impide que hagan sus propias reflexiones. En ese sentido, creen que España tiene una gran oportunidad de reorganizar su modelo territorial con Feijóo en el PP. No se refieren solo al mantra separatista, sino a cuestiones que se dejan constantemente de lado y que requieren de reformas estructurales de calado como la financiación autonómica, los impuestos, Sanidad, Educación, servicios...
"(Pablo) Casado era un indocumentado", afirman estas fuentes. "Pero Feijóo es un tipo razonable, nada sectario, con el nacionalismo y que conoce la realidad territorial española por sus años como presidente de Galicia".
La sensación de oportunidad perdida de un gran pacto entre el PSOE y PP por España es compartida en amplios sectores del PSOE. Pero el espacio para el entendimiento no existe bajo la actual dirección socialistas. Estas fuentes lamentan el enfoque que Sánchez ha dado a su relación con Feijóo, al que han bombardeado sin piedad con ataques políticos y personales, en especial con la famosa foto de Marcial Dorado.
Más allá de las consideraciones personales critican que se exija todo el rato al PP no pactar con Vox, mientras ellos, el PSOE, son incapaces de tender la mano para el más mínimo pacto en ninguna parte.
"En lugar de aflojar un poco después de las elecciones, los ataques se han multiplicado. Hemos ido a peor", lamentan. "Esta política de tierra quemada puede funcionarnos a corto plazo, pero es un error estratégico para el país pero también para el partido".
El PSOE ante los liderazgos del PP
En ese sentido, piensan que si Feijóo no resiste al frente del PP tras la previsible investidura de Sánchez y la amnistía vendrá otro PP más próximo a lo que representa Isabel Díaz Ayuso. Bien encabezado por ella o no. Pero en esa línea. Y el PSOE se enfrentará una travesía en el desierto.
"Lo que venga en el PP no será como Feijóo. Ya sabemos lo que vendrá", dicen en relación a Ayuso. "Será lo mismo que Sánchez pero en la derecha y eso no es bueno para España pero tampoco para el PSOE".
Solo Page, como cabeza de este sector, ha logrado retener La Mancha. El resto de derrotados se ven en situaciones muy complejas al pasar a la oposición en sus respectivas comunidades. Trataron durante meses de desligarse de Sánchez, pero sin poder y con Sánchez abrazado a sus socios se encuentran ante una situación imposible para soñar si quiera con recuperar estos gobiernos autonómicos lo antes posible.
Esta problemática choca con el dulce momento electoral del PSC en Cataluña, que no ha parado de crecer desde que Sánchez convirtió a los independentistas en sus socios preferentes. "En Cataluña puede que lo vean bien y que la gente está harta, y me parece muy bien", dice un ex alto cargo de la federación madrileña. "Pero hay que mirar el cuadro completo. Llevamos camino de perder Andalucía para siempre, como nos ha pasado en Madrid, Castilla y León o Murcia, y puede ocurrir algo similar en Aragón o Valencia".
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