El PSOE guarda silencio sobre la propuesta que Carles Puigdemont ha efectuado a Pedro Sánchez para que el cardenal Omella, presidente de la Conferencia Episcopal Española, sea el relator entre Gobierno central y la Generalitat de Cataluña en las negociaciones que conlleven a la solución del procés. Fuentes de la planta noble de Ferraz sostienen que "no comentan" la información publicada en exclusiva por Vozpópuli.
El Gobierno también elude valorar el asunto sin desmentirlo. Dos fuentes del núcleo duro de Sánchez -una de ellas parte del equipo negociador del presidente en funciones-, preguntadas por este diario, eluden valorar o comentar la información. En la misma línea se ha comportado la Conferencia Episcopal Española cuando se le ha preguntado al respecto. "No vamos a entrar a comentarlo. Ni lo confirmamos ni lo desmentimos", ha respondido un portavoz oficial.
En efecto, el expresidente catalán ha propuesto al cardenal Juan José Omella, arzobispo de Barcelona, como relator para negociar con el Gobierno una solución pactada al procés. El Ejecutivo, según las fuentes consultadas, está valorando la petición aunque, en principio, se inclina por rechazarla. Lo cierto es que Puigdemont exige al candidato socialista a la investidura que acepte la figura de un relator si quiere sus siete votos en el Congreso para permanecer en Moncloa.
Omella tiene buena relación con el Gobierno
El núcleo negociador del presidente -Félix Bolaños, María Jesús Montero y Santos Cerdán- no termina de verlo, aunque tampoco se cierra en banda. De hecho, es uno de los puntos que mantienen la negociación enquistada. Hay que reseñar que en 2019, el mismo Sánchez aceptó esa figura tras su encuentro en Pedralbes con el entonces presidente catalán Quim Torra, lo que provocó una convulsión interna en el PSOE. El prófugo de la Justicia española no ha optado por Omella por casualidad. Ni mucho menos. Su inclusión en una hipotética negociación entre la Generalitat y el Gobierno central tendría repercusiones impactantes.
A Omella, que ya estaba al frente de la archidiócesis de Barcelona durante la declaración unilateral e ilegal de independencia de octubre de 2017, se le considera un intransigente con la cultura woke, defensor de la familia tradicional y firme opositor a la ideología de género. Pero en el plano político ha sabido entenderse con el Gobierno de coalición y ha sido comprensivo con el separatismo. La Conferencia Episcopal dio el visto bueno a los indultos de Pedro Sánchez a pesar de las discrepancias en el seno del organismo.
No es la primera vez que Omella busca un papel de mediación en Cataluña. Siendo arzobispo de Barcelona se ofreció a arbitrar entre la Generalitat y La Moncloa en los momentos más críticos del procés. La protesta airada del Gobierno de Mariano Rajoy ante el Vaticano le costó una desautorización del Sumo Pontífice. El cardenal siempre ha sido benevolente con el sentimiento independentista. No solo respaldó e impuso el apoyo de la Iglesia española a los indultos de Pedro Sánchez a los líderes del procés, es que llegó a decir que las iglesias catalanas deben ser "inclusivas" y aceptar símbolos independentistas.
Apoya TU periodismo independiente y crítico
Ayúdanos a contribuir a la Defensa del Estado de Derecho Haz tu aportación