Junts tiene dudas sobre la investidura de Pedro Sánchez. Y el PSOE vive en máxima tensión. Fuentes gubernamentales socialistas piden "paciencia". Pero el tiempo pasa y los plazos que el equipo del presidente en funciones había ido poniendo se van cumpliendo sin que haya fumata blanca en Moncloa. Este martes, el equipo negociador del PSOE rebajó la euforia sobre un acuerdo inminente. "Estamos a tiempo hasta el 27 de noviembre", zanja un miembro del núcleo del candidato socialista a la investidura.
Lo cierto es que la investigación abierta este lunes por la Audiencia Nacional a Carles Puigdemont y a la secretaria general de ERC, Marta Rovira, por supuestos delitos de terrorismo en el marco del caso Tsunami Democràtic ha revuelto todo. Según fuentes conocedoras de las conversaciones, la derecha secesionista catalana está revisando papel a papel el contenido de la ley de amnistía. Además, estas mismas fuentes señalan que los de Puigdemont intentan alejar el pacto todo lo posible del ruido de las manifestaciones contra la medida de gracia jaleadas por Vox. También quieren poner distancia de la propia imputación, que ven una evidencia más de ese ataque de la Justicia española al independentismo.
Para Junts, el Estado es represor y fascista -y la imputación y las manifestaciones dan cuenta de ello-. Por eso, cerrar un pacto con el Gobierno, que según Moncloa está "hecho", les tiene preocupados. No saben cómo articular un relato que no les condene en Cataluña, donde aspiran a la hegemonía frente a ERC. Pero hay más, a Puigdemont le interesa dilatar todo lo posible el acuerdo para rascar un mejor acuerdo que los republicanos e imponerse a ellos en la pelea autonómica, según fuentes gubernamentales.
Un poquito de pacienciaUn ministro socialista
Para el Ejecutivo, no es Junts quien está marcando las fechas, aunque todo dependa del expresidente de la Generalitat. "Lo importante no es la fecha sino el acuerdo. Habrá acuerdo y luego investidura. Valemos más por lo que callamos. Es momento de callar. No paramos de trabajar. Los alemanes estuvieron 6 meses hasta que hubo Gobierno. ¿Qué son 5 días? Un poquito de paciencia", sintetiza un ministro socialista del núcleo duro de Sánchez. Mientras, el PSOE afronta manifestaciones masivas en sus sedes contra de la amnistía. La oposición está utilizando la medida de gracia para atizar a Sánchez en la calle.
La investidura de Pedro Sánchez se ha convertido esta última semana en una carrera de obstáculos cada vez más complicada. El expresidente catalán Carles Puigdemont está jugando con el candidato socialista. El sentir que transmiten los negociadores del PSOE, en conversación con Vozpópuli, es que el acuerdo con Junts -cuyos siete votos son claves- está hecho y que corresponde a la derecha independentista catalana "virar" y encontrar el relato que justifique ante los suyos las cesiones a las que lleguen y que, de momento, se desconocen. Pero la Audiencia Nacional cambió este lunes el guion con la investigación a Puigdemont y a Marta Rovira, de ERC, por terrorismo.
La imputación de Puigdemont cayó como un bombazo entre los negociadores reunidos en Bruselas -el secretario de organización, Santo Cerdán, lleva allí varios días-. Y explica por qué Puigdemont está tan empeñado en ampliar las causas objeto de la ley de amnistía que presente el PSOE en el Congreso -con el apoyo de los 56 diputados de Sumar, ERC, Junts, EH Bildu, etc.- y revisar hasta la última coma del acuerdo, dilatando la investidura de Sánchez.
Moncloa desliza una 'injerencia' de la Audiencia Nacional
Moncloa dice respetar la decisión del juez de la Audiencia Nacional Manuel García Castellón, pero desliza que el magistrado ha cometido una 'injerencia' política para intentar frenar las opciones del candidato socialista de ser investido de nuevo jefe del Ejecutivo. "Saben que desde esta mesa no debo omitir opiniones políticas sobre decisiones judiciales. Ahí están los hechos para su análisis, para que los puedan analizar. Una causa que se lleva instruyendo cuatro años... y que, además vemos que hay otros operadores jurídicos que tienen criterios distintos como es el caso de la Fiscalía", dijo la ministra portavoz en funciones, quien con su alusión a los cuatro años que lleva abierta la causa dio a entender que no es una casualidad que la Audiencia Nacional moviera ficha en plenas negociaciones sobre el alcance de una hipotética ley de amnistía.
El presidente anhela llegar investido al congreso de la Internacional Socialista, que preside, esté sábado en Málaga. Aunque cada vez está más extendida la sensación de que puede que Sánchez no acuda y se someta entonces en la investidura. La dimisión del primer ministro portugués, Antonio Costa, ha deslucido por completo el cónclave de la Internacional Socialista. El tiempo apremia.
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