Pasapalabra. El PSOE ha ignorado este lunes la crítica que ha esbozado uno de sus barones, el castellanomanchego Emiliano García Page, sobre la política de alianzas del partido con la izquierda independentista en una entrevista en El Mundo. El partido, que desconocía que el presidente de Castilla-La Mancha iba a cargar contra la estrategia política, reitera que el PSOE está "unido, fuerte y que sale a por todas para ganar las próximas elecciones generales y autonómicas", según ha zanjado la portavoz y ministra de Educación, Pilar Alegría.
Es más, el propio barón del PSOE ha enmendado a la portavoz. Y es que según Ferraz, el presidente de Castilla-La Mancha siguió el pasado sábado una línea de unidad y de convencimiento de que el partido está preparado para ganar las elecciones, de que se encuentra fuerte y unido. "En los 22 segundos que hablé dije que no estaba de acuerdo con algunas cosas", ha remachado Page.
Alegría ha salido al paso de la reprobación del barón y se ha esforzado en explicar que tras el consejo de política federal que los socialistas organizaron el sábado en Zaragoza, el PSOE es un "equipo". Los socialistas saben que la marca es muy importante para los alcaldes y, sobre todo, para los presidentes autonómicos que se enfrentarán al test de las urnas. Por eso, niegan que la las siglas del partido estén en horas bajas pese a que la mayoría de encuestas sigue reflejando al PP en primer lugar en intención de voto.
"No comparto que sea insolvente ni es acertado decirlo"Emiliano García-Page, presidente de Castilla-La Mancha
"El consejo de política federal de Zaragoza dejó un partido fuerte para ganar las elecciones municipales de 2023. Somos el partido más fuerte en el ámbito autonómico. Un total de 20,6 millones de españoles tienen un alcalde socialista. Estamos empeñados en seguir trabajando para mejorar la vida de la clase media y trabajadora", ha remachado la portavoz del PSOE.
El presidente de Castilla-La Mancha ha roto este lunes la tranquilidad de Ferraz tras atacar directamente a la línea de flotación de la estrategia del partido no solo con respecto a sus aliados independentistas en el Congreso, sino en relación al trato que la cúpula socialista dispensa al líder de la oposición, el popular Alberto Núñez Feijóo. "No comparto que sea insolvente ni es acertado decirlo", zanjó Page, quien este lunes ha quitado hierro al asunto al circunscribir sus declaraciones a un mera opinión personal.
Page mostró su preocupación en la entrevista respecto a lo que supone mantenerse vivo en el Congreso con los aliados secesionistas: " El problema de los socios que apoyan -o rebañan, o arañan, o le pasan peaje- al Gobierno es que, además de que son muchos, bastantes de ellos llevan en su código político la voluntad de desestabilizar el Estado. De atacarlo e incluso de romperlo. Son malas compañías", espetó.
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