Las consecuencias de la invasión rusa de Ucrania ha adelantado el final del Gobierno de coalición. La ruptura, según asumen fuentes socialistas, no se producirá con la salida de los ministros morados del Ejecutivo. "Como mucho se irán la última semana, si se van", dicen estas fuentes. "Pero la ruptura es un hecho".
El Gobierno de coalición ya está roto. Otra cosa es cómo se visualiza esa ruptura. "Mucha gente cree que lo lógico es que Podemos se vaya del Gobierno, pero no será necesariamente así", admiten desde el PSOE. "El ciclo electoral empieza con Andalucía. Pero el conflicto en Ucrania y otras cuestiones como la del Sáhara han precipitado esa ruptura".
PSOE y Podemos han exhibido enorme diferencias desde que Vladímir Putin iniciase la invasión de Ucrania. El conflicto dura ya más de un mes. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, cambió el acuerdo en el seno de la coalición para enviar armas a Kiev. Y se ha comprometido con un aumento del presupuesto de Defensa que se "aproxime" al 2% del PIB en los próximos diez años.
Más gasto en Defensa
A todos estos desencuentros hay que sumar los diferentes planteamientos del PSOE y Unidas Podemos sobre las recetas económicas a corto plazo para combatir las consecuencias económicas de la guerra. La formación morada tiene las suyas, y el PSOE ha tratado de conjugar sus propuestas con las de su socio para sacar adelante el decreto que aprobará el próximo martes.
“Con estos mimbres -sobre todo el incremento del gasto en Defensa- será difícil que se pueda alcanzar una acuerdo dentro de la propia coalición para los Presupuestos del 2023”, reconocen fuentes socialistas. “Eso sin tener en cuenta que estaremos ya arrancando un nuevo ciclo electoral”.
Si en Ucrania o la economía, las diferencias son grandes; en la cuestión marroquí y el futuro del Sáhara lo que separa a PSOE y Podemos es un abismo. La formación morada ha subrayado que no comparte el giro de Sánchez y mantiene su compromiso con el referéndum de autodeterminación en la excolonia española. "La cuestión del Sáhara ha dejado bien claro como la coalición va cada una por su lado", admiten estas fuentes. "Y no hay que olvidar que hay un acercamiento a Estados Unidos y una cumbre de la OTAN en junio en Madrid".
La guerra ha precipitado una ruptura que el PSOE daba por hecho desde los Presupuestos del año pasado. Las perspectivas de la izquierda en Andalucía, siguiente cita con las urnas, no son esperanzadoras. Y una vez pase Andalucía, se entrará en precampaña para las autonómicas y municipales de mayo del 2023. El contexto electoral es clave, porque el PSOE busca su propio "giro socialdemócrata" y la vicepresidenta Yolanda Díaz, una candidatura “transversal” que integre a Podemos y otros grupos a la izquierda del PSOE. Díaz no llegó para Castilla y León, ni tampoco se presentará en Andalucía.
Los caminos de PSOE y Podemos
La expectativa en el seno del PSOE es que las alianzas parlamentarias de Sánchez empiecen a flaquear a partir del año que viene. Y los acontecimientos externos que se han producido aceleran este nuevo escenario. Las perspectivas económicas han cambiado, pero en el PSOE creen que se pueden prorrogar los Presupuestos.
Y, al mismo tiempo, solicitar cuanto antes el montante completo de 70.000 millones de los fondos europeos previstos por el Gobierno para el período 2021-2023, tal y como ha avanzado Vozpópuli.
El cambio de liderazgo en el PP también ha precipitado este final, porque Alberto Núñez Feijóo es un rival que Sánchez considera “más incómodo” que Pablo Casado. “El PSOE necesita marcar distancia con Podemos, y Podemos también necesita marcar distancias con el PSOE”, señalan a este diario. “Y esto se puede hacer compartiendo el Consejo de Ministros. No hace falta que se escenifique una ruptura como algunos parecen querer”.
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