El PSOE y Unidas Podemos han iniciado una guerra soterrada por el reparto de competencias ante la remodelación del Gobierno que prepara Pedro Sánchez, según ha sabido Vozpópuli. La intención del jefe del Ejecutivo es recortar carteras y cambiar algunos ministros después de las elecciones del 4 de mayo en la Comunidad de Madrid. La intensidad de la crisis dependerá del resultado en las urnas y de si el PSOE tiene o no la posibilidad de gobernar y con quién.
Este diario informó de que Sánchez ultima una gran crisis de Gobierno. Y no ha abandonado esa idea. Pero la salida de Pablo Iglesias y la contienda electoral en Madrid la han pospuesto unas semanas. La remodelación será no solo de caras sino también de competencias. Los cambios exigirán una negociación entre los socios de coalición. Sánchez quiere adelgazar el número de carteras, que son ahora 22. Los ministerios, tanto socialistas como morados, han empezado a tomar posiciones de cara a estos cambios.
Hay movimientos que no han pasado desapercibidos en las últimas semanas. El ministro de Ciencia, Pedro Duque, ha colocado recientemente a su jefa de gabinete como directora general de la Fundación Española para la Ciencia y Tecnología (Fecyt). Fuentes del Gobierno explican a este diario que Duque está dando por hecho con este movimiento que su Ministerio desaparecerá o se fusionará con otro. Ciencia y Universidades se separaron tras el acuerdo de coalición entre Sánchez e Iglesias. Podemos se quedó con las competencias de Universidades.
Pelea por las competencias
Solo el presidente tiene en mente los cambios que quiere introducir. Pero hay competencias que la parte socialista del Ejecutivo sí quiere recuperar. Una de ellas es la Agenda 2030, bandera de Sánchez desde que llegó a La Moncloa. El Ministerio de Asuntos Exteriores quiere repescar la gestión de los objetivos de desarrollo sostenible marcados en el plan 2030 de Naciones Unidas.
Iglesias se quedó este área en la vicepresidencia y tras su renuncia ha pasado a manos de Ione Belarra en el Ministerio. La Agenda 2030 fue un de Alto Comisionado que creó Sánchez en su primera etapa en el Ejecutivo tras la moción de censura. Y es habitual verle lucir la insignia de colores que identifica esos objetivos de desarrollo.
Sánchez ha barajado acometer una crisis de Gobierno en varias ocasiones. Pero ha ido aparcándola por diversos motivos. Los cambios en su Ejecutivo han sido siempre por motivos electorales. Salvador Illa dejó Sanidad para presentarse a las elecciones en Cataluña.
El presidente colocó a Carolina Darias y se trajo a Miquel Iceta. Su segunda crisis de Gobierno ha sido motivada por la candidatura de Iglesias en Madrid. Y, al igual que en el caso de Illa, se ha resuelto con un retoque en el área morada. Eso sí, Sánchez ha conseguido degradar a Yolanda Díaz a la vicepresidenta tercera.
Recorte de carteras
Los cambios que ahora baraja no serán cosméticos, sino para dar un impulso para lo que resta de legislatura. La reducción de carteras es también un gesto que Sánchez quiere tener con la Unión Europea.
Hay algunos ministerios como Ciencia, Universidades, Consumo y Seguridad Social que podrían acabar reagrupándose. España aprobará su plan de recuperación en los próximos días. El Gobierno estima que el dinero de los fondos europeos podría empezar a llegar en mayo.
Sánchez no piensa de momento en adelantar elecciones al otoño de este año. Su objetivo prioritario es resolver el proceso congresual del PSOE, en el que se van a plantear batallas orgánicas intensas como en Andalucía. La comunidad andaluza es, en principio, la siguiente en celebrar elecciones, que están previstas para finales del 2022. "No tiene sentido", dicen en el PSOE. "No ganamos nada".
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