Barones de PSOE, PP y partidos regionalistas de las zonas despobladas de España han construido un frente común para negociar la financiación autonómica y frenar el avance de los movimientos de la España vaciada. El acuerdo que los presidentes de ocho comunidades autónomas han firmado en Santiago de Compostela es una iniciativa transversal gestada a espaldas de Génova y Ferraz. Y que puede abrir una grieta en los intereses nacionales de Pedro Sánchez y Pablo Casado cuando se abra el diálogo de la financiación.
Cinco comunidades del PSOE, dos del PP y una gobernada por los regionalistas cántabros. Galicia, Castilla y León, Castilla-La Mancha, Asturias, Cantabria, Aragón, Extremadura y La Rioja han rubricado este martes un pacto de 35 puntos en el que sintetizan sus principales demandas.
El anfitrión del encuentro ha sido el presidente de Galicia, Alberto Núñez Feijóo. El foro, que se iba a celebrar a principios de mes, se pospuso a petición del PSOE, que no quería una imagen de barones territoriales de PP y PSOE juntos inmediatamente después del 40 congreso federal del partido.
Los barones advierten al Gobierno
La principal petición de los presidentes es elevar "la cuestión demográfica al nivel de prioridad institucional". Y todo lo que eso supone en materia de Sanidad, Educación y mundo rural. A partir de ahí, lanzan una serie de advertencias sobre la futura negociación del sistema de financiación y la gestión de los fondos europeos. Los presidentes piden un "consenso multilateral" de todas las comunidades en el seno del Consejo de Política Fiscal y Financiera.
"Y que las decisiones relativas a la financiación autonómica queden al margen de los legítimos espacios bilaterales entre el Gobierno central y cada comunidad", dice el texto en referencia a la tentación de Sánchez de pactar con sus socios nacionalistas e independentistas vascos y catalanes de investidura.
Otro de los mensajes del documento se dirige directamente a la ministra de Hacienda, María Jesús Montero. Los presidentes piden que los recursos asignados a través del sistema de financiación "no se detraigan por otras vías con interpretaciones discutibles de la normativa tributaria". Y se cita, por ejemplo, el largo contencioso que enfrenta a la Agencia Tributaria con las televisiones autonómicas, a las que reclaman casi 200 millones por supuestas deducciones irregulares.
Fuentes de Ferraz consultadas por Vozpópuli sostienen que todo lo que se ha firmado en Santiago "estaba consensuado". Pero el documento se ha trabajado íntegramente entre los presidentes de las ocho regiones. Desde estos Gobiernos regionales se ha remarcado que su acuerdo no va "contra nadie", y que la reunión no era de partidos, sino institucional. "No estamos representando a PP o PSOE, sino a nuestras comunidades y sus ciudadanos", aseguran.
El PSOE, frente a la España vaciada
El foro de Santiago es, por un lado, una respuesta al frente que Valencia y Andalucía impulsan a favor de que más población equivale a más financiación. Y, por otro, un intento de contrarrestar a la marea de movimientos y partidos provincialistas que están surgiendo a imagen de Teruel Existe. La mayoría de estas comunidades cuenta ya con alguna plataforma de la llamada España Vaciada.
Cada presidente autonómico tiene su propio enfoque a la hora de abordar estos movimientos, que quieren presentarse a las elecciones tanto municipales y autonómicas como generales en el próximo ciclo. El presidente de Aragón, Javier Lambán, que convive con el diputado de Teruel Existe en el Congreso ha sido sin duda el más contundente sobre estos partidos a los que califica de "cantonalistas y populistas". Y advierte de los peligros de dejarse llevar por esta ola que ofrece un "bálsamo de fierabrás" para todos los problemas.
"La progresiva atomización del Congreso y de los distintos electorados hace ingobernable el país e introduce elementos de incertidumbre", ha dicho Lambán.
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