España

La última puerta giratoria del PSOE: una historia de venganza entre Lastra y Ábalos

El último episodio de puertas giratorias del PSOE en el sector público ha tenido como protagonistas a dos enemigos íntimos del partido: Adriana Lastra y José Luis Ábalos. La empresa

El último episodio de puertas giratorias del PSOE en el sector público ha tenido como protagonistas a dos enemigos íntimos del partido: Adriana Lastra y José Luis Ábalos. La empresa estatal Enusa ha nombrado esta semana como presidente a Mariano Moreno, exgerente del PSOE. Moreno, protegido de Lastra, ha sustituido en el cargo a José Vicente Berlanga, un hombre de confianza de Ábalos colocado en la compañía en 2018, apenas un mes después de la victoria de Pedro Sánchez en al moción de censura.

Enusa, del grupo SEPI (Sociedad Estatal de Participaciones Industriales), es una empresa que se dedica a la compra de uranio, a los servicios de conversión y de enriquecimiento y a la logística de los movimientos de uranio desde su lugar de origen hasta su entrega a centrales nucleares de España y el extranjero. Moreno asume un cargo pagado con una nómina de 190.000 euros brutos al año sin que se le conozca experiencia alguna en el sector nuclear. Algo similar a lo que ocurría con Berlanga, que es filósofo.

Mariano Moreno fue fulminado como gerente del PSOE en la primera reunión de la nueva ejecutiva federal elegida por Sánchez tras el congreso de Valencia. Vozpópuli adelantó este cese, que se atribuyó a las tensiones en el sector feminista del partido. Antes de asumir la gerencia del PSOE, en junio de 2017, Moreno había trabajado diez años en el partido.

Activista LGTBI, algunas fuentes dijeron que su papel no había sido ajeno al choque entre ese sector y el feminismo tradicional del partido que encarnaba Carmen Calvo. Un enfrentamiento que se saldó en el congreso federal de Valencia con la asunción, critican las feministas del PSOE, de las teorías Queer que defiende el otro socio del Gobierno, Unidas Podemos.

Lastra "presente" en el PSOE

El cese de Moreno fue un palo para Lastra, porque era uno de sus cargos de confianza. De hecho, su continuidad se había dado por hecho en Valencia. Una parte del partido atribuyó la decisión al secretario de Organización, Santos Cerdán, con el que Lastra no tiene la mejor de las relaciones posibles. "Se llevan fatal", confiesan fuentes socialistas.

Sin embargo, la vicesecretaria general ha conseguido dos meses después del cese de Moreno buscarle una salida más que airosa. Y, de paso, el Gobierno ha sacado de Enusa a un presidente íntimamente vinculado a Ábalos. "Es un hecho que Lastra ha perdido poder en el partido, pero sigue presente", explican fuentes del PSOE. "Ha estado en muchos congresos regionales, acompañó a Mercedes González en el lanzamiento de la nueva Agrupación de Madrid y en definitiva está presente".

El nombramiento de Berlanga en julio del 2018 ya fue bastante polémico. No solo por su vinculación personal con Ábalos, sino también porque no se entendía su papel en Enusa. Berlanga es filósofo y no tenía experiencia alguna en el sector industrial. El expresidente de la compañía estuvo diez años como asesor del grupo municipal socialista del Ayuntamiento de Valencia, desde 2005 hasta 2015, donde forjó su estrecha relación con el defenestrado ministro de Transportes.

Lo ocurrido en Enusa es solo un ejemplo más de las puertas giratorias que está aplicando el PSOE en el sector de las empresas públicas. El caso más sonado este año fue del Indra, donde el Gobierno impulsó el relevo de Fernando Abril-Martorell. El nuevo presidente es Marc Murtra, vinculado al PSC, y una figura de la total confianza tanto de Miquel Iceta como de Salvador Illa.

El conflicto de Serrano en Correos

Sánchez colocó a Juanma Serrano, su histórico jefe de Gabinete, al frente de Correos tras optar por Iván Redondo para La Moncloa tras la moción de censura. Serrano ha llevado a la compañía a un conflicto permanente con los sindicatos. UGT y CCOO han convocado una huelga general en Correos los días 5, 7 y 12 de enero contra el desmantelamiento de los servicios de reparto, la precarización y el recorte de plantilla.

Los sindicatos denuncian que el nuevo modelo de distribución conlleva una disminución de espacios y personas de las unidades de reparto del servicio postal público para dejar paso a la paquetería comercial y rentable de la filial Correos Express, que sería atendida por "trabajadores subcontratados y precarizados".

Serrano, Moreno o Murtra son parte de una larga lista de cargos del socialismo colocados en empresas públicas. Son casos como el de Maurici Lucena, consejero delegado de Aena; el exalcalde de Barcelona, Jordi Hereu, en Hispasat. 

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