El discurso de Navidad del Rey Felipe VI ha vuelto a abrir un cisma entre el Gobierno y sus socios. Mientras la formación liderada por Pedro Sánchez se ha encargado de alabar las palabras del monarca, el resto de sus aliados han apostado por lo contrario: deslegitimar la Corona y criticarla por diversos motivos. El PSOE se queda solo en la defensa de un texto que ha sido refrendado por Moncloa.
En el PSOE, la encargada de dar la valoración del partido ha sido su presidenta, Cristina Narbona. Según su percepción, Felipe VI "acertó en su diagnóstico una vez más", llamando a la "reflexión constructiva" para "garantizar que nuestras instituciones públicas son sólidas". Para ella, es importante que el Rey destacase que "nada de lo que hemos construido" pueda darse por hecho para siempre para poder estar "atentos a aquellos cambios que signifiquen riesgos para la democracia".
La valoración socialista contrasta con la que han hecho sus socios: ninguno de ellos ha realizado un solo comentario positivo sobre la intervención de Felipe VI en su tradicional discurso de Nochebuena. Su principal aliado, Podemos, ha tildado el discurso como "decepcionante" y "lleno de vaguedades". Ha apuntado que el Rey no puede "cumplir con la función de arbitrar" los poderes del Estado por su "falta de legitimidad democrática".
Rafa Mayoral, diputado morado, ha sido el encargado de dar la valoración de su formación política y denunció que en el discurso "no se hiciese alusión a hechos" relacionados con la Corona, como el archivo por parte de la Fiscalía de todas las investigaciones sobre Juan Carlos I. En su opinión, "todos los poderes del Estado manan del pueblo y deben estar sometidos a la soberanía popular", pero "en ese esquema la monarquía tiene un papel difícil de asumir".
EH Bildu se ha posicionado junto a Podemos, valorando el discurso como "falto de contenido". "El rey pone de ejemplo el espíritu de la transición y palabras huecas que lo único que buscan es legitimar su figura. Un tostón soporífero indeterminado para que cada uno entienda lo que quiera", ha criticado Iñarritu, diputado de la formación vasca.
"La semana de la mayor crisis institucional en el Estado el rey ha preferido hablar indirectamente de la erosión de las instituciones. ¿Es por su deber de neutralidad? No la tuvo el 3-O (el mensaje del rey del 3 de octubre de 2017 sobre Cataluña) y si la Constitución le encomienda la moderación y el arbitrio, ¿qué ha hecho?".
Por su parte, el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, se ha mostrado este domingo en el homenaje a Francesc Macià "muy alejado" de lo que representan la familia real y "la arquitectura institucional del régimen de 1978": "La monarquía no es ejemplo de rectitud ni de integridad", ha resuelto. Ha asegurado que "el discurso del rey no ha aportado ninguna novedad" y le ha "reafirmado" en sus "valores republicanos". "Seguimos trabajando con nuestros valores republicanos para superar esta estructura institucional y construir una sociedad más justa y más libre y una Cataluña plenamente soberana", ha añadido Aragonès.
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