Si vives en una gran ciudad, las estrellas son cosa del pasado. O de las películas. O de los veranos en el pueblo. En ciudades como Madrid o Barcelona el cielo nocturno es amarillo y tiene una explicación. España lidera el ranking de gasto en iluminación por habitante de la Unión Europea (115 kilovatios por ciudadano frente a los 70 kilovatios de la media europea). El PSOE quiere combatir la contaminación lumínica con leyes que establezcan horarios más restrictivos para el alumbrado público, y así lo refleja en una Proposición No de Ley (PNL) que defiende hoy en la Comisión de Transición Ecológica.
"Creemos que es importante tomar acciones contra la contaminación lumínica por diferentes motivos: de salud, ambientales y de eficiencia energética. Está comprobado por diferentes estudios científicos que las repercusiones de la contaminación lumínica son negativas para la salud de las personas, el medioambiente y a nivel energético", explica a Vozpópuli Daniel Senderos, diputado socialista por Álava que defenderá la iniciativa.
"Un exceso de luz artificial del alumbrado exterior contamina, invade nuestras viviendas, pudiendo producir diferentes enfermedades (trastornos del sueño, o del ritmo circadiano entre otras). También puede generar un impacto en nuestra biodiversidad, afectando a las especies por la noche, además de suponer un gasto extra de energía, con lo que ello supone, también en emisiones de gases de efecto invernadero y gasto económico", añade.
En la PNL se especifica que la contaminación lumínica "puede provocar desde alteraciones del sueño y ansiedad, a un aumento del riesgo de padecer cáncer". En el apartado ecologista también se resalta que según un estudio del CSIC "la contaminación lumínica es responsable de la desaparición de miles de ejemplares de aves cada año".
El PSOE pone a Cataluña como modelo
La primera de las propuestas de los socialistas es "aprobar normativa encaminada a la reducción de este tipo de contaminación". Senderos concreta que "podrían aprobarse normas que establecieran horarios de encendido y apagado para aquellas zonas en las que se considerara adecuado, así como la reducción del consumo energético a través de iluminarias más eficientes. Un ejemplo podría ser la normativa que tienen en La Palma y Cataluña".
El Gobierno catalán cuenta desde 2018 con un Mapa de protección hacia la contaminación lumínica. Se trata de un instrumento de ordenación ambiental que refleja las cuatro zonas en las que se divide el territorio en función de la vulnerabilidad del medio nocturno en la contaminación lumínica. Se tienen en cuenta tanto la necesidad de mantener una correcta iluminación en aquellas áreas en que se desarrolla la actividad humana, como la protección de los espacios naturales y la visión del cielo por la noche. En base a estas variables, la norma establece el tipo de iluminación que se puede instalar en una determinada área.
Ayudas para municipios
Junto a los cambios en la normativa, el PSOE aboga por destinar dinero de los fondos europeos a los municipios que tomen medidas para combatir la contaminación lumínica. "En primer lugar, cada municipio debe establecer una hoja de ruta en este sentido, conocer su estado inicial y hacia dónde quiere evolucionar como municipio eficiente. Habría que aprovechar las ayudas del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia para hacer municipios y ciudades más eficientes energéticamente", defiende Senderos.
"Por supuesto, cada ayuntamiento debe estudiar el importe que pueda destinar dependiendo de su presupuesto, pero lo que está claro y comprobado es que las inversiones se amortizan rápidamente gracias a los ahorros que se pueden lograr, ahorros hasta de un 65% en el precio de la electricidad. No debemos olvidar que invertir en reducir en contaminación lumínica, es invertir en salud, eficiencia energética, económica y protección del medio natural", concluye.
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