España

El PSOE busca que los aliados de Díaz en UP traicionen a Montero y apoyen el nuevo 'sí es sí'

Los socialistas han conversado ya con "casi todos" los partidos de la mayoría de la investidura mientras negocian con los morados. Ferraz se agarra a supuestas discrepancias dentro del grupo confederal

El núcleo duro del Gobierno y del PSOE confía en que Unidas Podemos (UP) entre en ebullición durante la negociación de la proposición de ley con la que Justicia quiere modificar la ley del 'solo sí es sí'. Los socialistas, según las fuentes consultadas, ya han conversado con "casi todos" los partidos de la mayoría de la investidura mientras aún negocia con los morados. Lo cierto es que en Ferraz, según ha sabido este diario, se agarran a las discrepancias dentro del grupo confederal por mucho que su portavoz, Jaume Asens, defendiera este lunes una postura común de todos los grupos que conforman Unidas Podemo, y presionara a su socio: "Debe decidir si mira al PP o a la izquierda".

La voluntad del Ejecutivo es arrastrar a su lado a los grupos que sostienen al Ejecutivo para doblar el pulso a Podemos. Y sin necesidad de que el PP, que ya se ha ofrecido a auxiliar a Pedro Sánchez en el asunto de marras, entre en el juego. Pero los morados también han comenzado esa carrera para armar un frente en contra de la proposición. En Ferraz aún escuece que los morados les ganaran la partida de la ley trans, que finalmente se aprobó en los términos que fijó Igualad y que permite la autodeterminación de género de los menores de edad sin consentimiento judicial. Por eso, ahora el PSOE no va a bajar los brazos y presiona a los morados.

Fuentes de presidencia consultadas por Vozpópuli insinúan cuando se les pregunta que un posible voto en contra de Podemos en caso de que no logren un acuerdo sobre la redacción de Justicia para cambiar el 'sí es sí' no debe ser un problema. En plata: Sánchez está jugando la baza de la división dentro de los grupos que conforman Unidas Podemos -'Comunes', Izquierda Unida y Podemos-. Es más, el presidente del Gobierno está dispuesto a asumir el coste de una posible ruptura. La fuga de las rebajas de penas es más grande que el agujero de un estallido de la coalición.

Silencios previos

Solo así se entiende el silencio que la semana pasada acompañó a la ministra de Igualdad, Irene Montero, cuando Moncloa confirmó su intención de hacer borrón y cuenta nueva con la norma. O lo que es lo mismo, enmendar su propio redactado. Ni Yolanda Díaz ni los 'comunes', plenamente alineados con la vicepresidenta segunda y líder de 'Sumar', salieron en defensa de la ministra de Igualdad y de su cerrazón a tocar la ley. Solo Izquierda Unida (IU) se posicionó y no para agradar precisamente a sus 'aliados' de Podemos.

Es importante reseñar que Unidas Podemos cambió el marco este fin de semana para contrarrestar la imagen de derrota que supone el cambio de la ley. Por eso, los morados están centrados en disputarle el relato al PSOE con el 'consentimiento', un asunto en el que el PSOE está de acuerdo aunque los dos socios difieren de cómo hacerlo efectivo en la ley y plasmarlo en el Código Penal. En verdad, la proposición de los socialistas supone en la práctica regresar al modelo de penas previo a la norma estrella de Igualdad, aunque se mantengan los artículos que se refieren expresamente al consentimiento.

No entramos en el modelo de IgualdadFuentes de Justicia

En cualquier caso, toca aclarar que es Justicia quien se arroga el cambio en la norma al 100%. Es más, en privado se habla abiertamente de que ha sido la insolvencia de Podemos en materia legal la que ha provocado este lío. Aunque en el Gobierno se lavan las manos cuando se les advierte de que el último responsable el presidente del Gobierno. El departamento que dirige la ministra Pilar Llop sostiene que el nuevo redactado no tiene nada que ver con la propuesta del PP, como aseguran los morados. Pero Justicia tampoco quiere una confrontación total con Unidas Podemos.

Incluso, se sugiere desde Justicia y el PSOE que las negociaciones con los grupos parlamentarios están desarrollándose en un ámbito "cordial, correcto y continuo". Pero Llop, a diferencia de Irene Montero -número dos de Podemos-, ha optado por la discreción. "No entramos en el modelo de Igualdad", zanja el entorno de Llop. El PSOE se abre a pactar aún durante la tramitación parlamentaria, pero sobre la base de las cartas que ya ha repartido Justicia. El problema es que los principales rostros de Igualdad siguen cerrados en banda. El choque cobra intensidad.

Pese a todo, fuentes de un lado y otro del Gobierno apuestan a que habrá fumata blanca más adelante, cuando el Congreso sea el campo de negociación del cambio en la ley. En el PSOE, además, achacan a un interés electoral por parte de Podemos su necesidad de mostrar públicamente un desacuerdo de manera tan contundente. "Vienen elecciones y ya estamos en campaña. El Gobierno no corre peligro", zanjan. Pero de la escenificación a la ruptura hay un trecho.

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