El PSOE no quiere sorpresas este jueves. O sus socios le dan el control del Congreso o habrá repetición electoral. Así se lo han trasladado los negociadores socialistas a los diputados de los grupos separatistas y nacionalistas con los que Pedro Sánchez aspira a pactar para mantenerse en La Moncloa. "Sin Congreso, no hay investidura", les han dicho de forma tajante, según revelan fuentes conocedoras de estos contactos a Vozpópuli.
El PSOE juega fuerte sus cartas ante el temor a que el PP acabe controlando el Congreso, además del Senado. La indefinición de Carles Puigdemont, que no desvelará sus cartas hasta el último momento, hace dudar del resultado. El voto de los siete diputados de Junts per Catalunya es una incógnita. Y el hecho de que la elección de los miembros de la Mesa sea secreta y en urna es territorio abonado para sorpresas.
Por eso, Sánchez y los equipos del PSOE han dejado bien claro a sus aliados que Mesa e investidura son una única negociación y no carriles diferentes. Sin lo uno, no hay lo otro. "Sin la Mesa, Sánchez no piensa ir a una investidura que pueda ser fallida", señalan. "Habría nuevas elecciones".
El PSOE depende de Puigdemont
El escenario endiablado que arrojaron las urnas el 23-J con la victoria pírrica de Alberto Núñez Feijóo deja al PP prácticamente sin opciones de formar gobierno. Su mayoría, en el mejor de los casos, se queda en 172 diputados. Sánchez tiene teóricamente la oportunidad de seguir en La Moncloa, pero el precio es el apoyo de Puigdemont, con el que el PSOE ha tenido poco o ningún trato en estos años.
El PP, sin embargo, confía en sus opciones para controlar la Mesa del Congreso si Junts decide abstenerse. Es una posibilidad que nadie se atreve a descartar y que no se conocerá hasta el mismo jueves. Una mayoría conservadora en la Mesa daría al PP el control de las dos Cámaras y convertiría a Feijóo en el candidato favorito para ir a la investidura a propuesta del Rey. Aunque esa investidura no tenga visos de prosperar.
Sánchez ha estado desaparecido durante la primera quincena de agosto. En un primer momento, el PSOE parecía dispuesto a dejar a Feijóo estrellarse y que Sánchez se presentase después. Pero antes de marcharse a Marruecos y luego a Lanzarote, el presidente en funciones dejó un vídeo en el que daba a entender lo contrario. Y expresaba su voluntad de buscar los apoyos necesarios para ser el candidato propuesto por Felipe VI tras la ronda de consultas que se abrirá tras la constitución de las Cortes generales.
Armengol, a la presidencia del Congreso
El PSOE ha anunciado este martes que propondrá a Francina Armengol para la presidencia de la Cámara baja. La ex presidenta de Baleares es un perfil del agrado del separatismo, con el que ha gobernado en las islas hasta su reciente derrota electoral del 28 de mayo. El PP, por su parte, no ha desvelado sus cartas. Pero Feijóo maneja una terna de candidatas, tal y como ha informado este diario. Todo indica que será una mujer, mientras que presentará a Javier Arenas para la presidencia del Senado, donde los populares tienen mayoría absoluta.
El PSOE está dispuesto a ceder un puesto en la Mesa a nacionalistas y separatistas, pero no la presidencia como se ha llegado a especular. Otras de las concesiones de Sánchez a sus aliados es la presidencia de algunas comisiones parlamentarias en esta legislatura. Una de las posibilidades que se maneja es que un independentista dirija la comisión de Reglamento, encargada del funcionamiento orgánico del Congreso.
El PSOE ha manifestado su intención de permitir el uso del catalán o el euskera en la Cámara. Una modificación que se abordará en esta comisión.
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