El PSOE cierra la puerta a una hipotética coalición con el proyecto político que está pergeñando la vicepresidenta segunda del Gobierno. Los socialistas no están preocupados por la OPA que Yolanda Díaz, hizo la semana pasada a los votantes socialistas tras fichar a 35 expertos, algunos de claro perfil socialdemócrata, para plasmar en papel su "proyecto de país": Sumar. En Ferraz consideran un error que la dama roja se acerque al centro izquierda porque ya están ellos. "Si se va al centro, Podemos se iría al monte. Es lo que conseguirá", concede un destacado socialista.
Lo cierto es que a medida que se acerca el ciclo electoral que se abrirá con las elecciones municipales y autonómicas de mayo del año que viene, la tensión entre el PSOE y lo que habrá a su izquierda crece, porque se está produciendo un combate en esa frontera ideológica. Yolanda Díaz quiere hacer un órdago al Gobierno del que forma parte para erigirse ella misma como proyecto para España al igual que hicieron en su día los expresidentes Adolfo Suárez, Felipe González, José María Aznar y José Luis Rodríguez Zapatero.
El análisis que hacen en el PSOE es que Díaz, con ese plan, solo va a fragmentar más la izquierda porque la reacción morada será ir por su cuenta. En plata: la izquierda española es tan purista que no tolerará en forma alguna concurrir en una coalición electoral con los socialistas. Los votantes de Podemos, según el razonamiento de algunos socialistas, prefieren tener a un partido con vos propia que lleve a los socialistas por el redil de la izquierda.
Notables diferencias
En público, el PSOE incide en que es una fuerza con notables diferencias respecto a lo que representa hoy día Unidas Podemos en Moncloa, aunque conscientes de que Yolanda Díaz está impulsando otra cosa, los socialistas tienen reservas a la hora de valorar mediáticamente el futuro con la dama roja. "Somos dos formaciones distintas. Unidas Podemos, en el futuro, será la marca electoral que quiera. Somos diferentes, pero algunos siempre subrayan las diferencias para hablar de inestabilidad. Y eso no es así", zanjó este lunes la vicesecretaria general del partido y ministra de Hacienda, María Jesús Montero.
La hipótesis de una coalición en forma de ticket de permita a Sánchez y a Díaz revalidad La Moncloa cobró fuerza este lunes por el auge de la derecha en Italia, donde Giorgia Meloni, de los Hermanos de Italia, un partido similar a Vox en España, ganó las elecciones el domingo pasado. El resultado electoral que ha sacudido Europa también inquieta al PSOE. Aunque la dirección socialista no cree que fusionarse con su gran adversaria sea la salvación.
Mientras, en Sumar buscan alejarse de los extremos. En Sumar quieren ocupar todo el espacio de centralidad que tradicionalmente ocupa el PSOE. Y no esconden que los socialistas deberían cambiar de estrategia, porque le ven dando tumbos. Esos rodeos de Ferraz son los que están permitiendo a Yolanda Díaz aparecer ante la opinión pública como una política centrada, la mejor valorada, según casi todos los sondeos de opinión. Además, está centrando sus esfuerzos en vender todo lo que los votantes socialistas quieren comprar. El mercado electoral está a punto de abrir.
No puede atizar un día a Botín y a Galán y al otro reunirse con fondos de inversiónUna fuente de Sumar
Pese a que la contienda política esté dominada por el enfrentamiento que mantienen el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, cabe recordar que Yolanda Díaz es la gran rival del líder socialista. Ambos se inmiscuyen en los caladeros del otro. Primero fue el jefe del Ejecutivo en el debate del estado de la nación, quien anunció una serie de medidas anticrisis de marcado carácter de izquierdas y que venía reclamando la líder de Unidas Podemos en el Gobierno.
Ese movimiento achicó el espacio de Díaz. Ahora es la vicepresidenta quien golpea. Y no solo con los expertos, sino con propuestas como la cesta de productos a precio limitado, a la que recurrió el PP para poner al PSOE en un brete con su idea de bajar el IVA de esos productos. Y es que dentro de Sumar hay quien ve al presidente como un personaje que contribuye a la polarización, y que está políticamente quemado. "No puede atizar un día a Botín y a Galán y al otro reunirse con fondos de inversión", precisa una fuente de peso en Sumar. En el PSOE replican: "No es incompatible. Y al final, el presidente es el presidente".
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