Tras la paz, la guerra. El acuerdo entre el PSOE y Unidas Podemos que alumbró este jueves un nuevo impuesto a 23.000 ricos y una bajada del IRPF a las rentas inferiores a 21.000 euros crea un cisma el Gobierno de coalición. Pero esta vez no por las medidas, sino por la autoría. Los Ejecutivos bicolor se pelean por cada medida que creen que les granjeará rédito electoral. Por eso, según admiten las fuentes consultadas en Moncloa, los socialistas se 'olvidaron' de sus socios morados en la presentación del paquete en la sede del Ministerio.
La titular de Hacienda, María Jesús Montero, fue quien comunicó a los españoles los puntos del paquete. E incluso quien lo anunció antes de su comparecencia sin haberlo cerrado. La última llamada del equipo de Yolanda Díaz, la líder del Unidas Podemos en el Gobierno para gritar 'habemus acuerdo' fue a las 11.51, minutos antes de la comparecencia de Montero. La premura de la titular de Hacienda, inciden en Moncloa, obedece a una lógica comunicativa. Todo por llevar la iniciativa y copar los titulares. La misma lógica que explica que el secretario de Estado de Derechos Sociales, el morado Nacho Álvarez, no interviniera.
En el PSOE, no obstante, echan balones fuera. Y niegan que su ministra anunciara el pacto sin haberse cerrado: "La ministra lo anunció después de que estuviera. Quien lo ha anunciado igual es algún medio que, por cierto, me han dicho 'el acuerdo está, qué te parece', y yo dije que me parecía una noticia pero que no estaba echo. O sea que no fue la ministra", zanjó el portavoz socialista Patxi López en los pasillos del Congreso. Pero los nervios se instalaron en el PSOE desde primera hora, ya que sabían que les tocaría lidiar con las ganas de sus socios de colgarse la medalla.
Podemos, el 'actor global' de la izquierda
Y es que el grueso de las medidas que anunció Hacienda son viejas reclamaciones de Unidas Podemos. En plata: Sánchez se ha abierto a aceptar tanto las propuestas que pactaron en el acuerdo de coalición como las que no. Y muchas de ellas, rechazadas y cuestionadas durante años por Ferraz. Pese a todo, de todas ellas, los morados se han ido enterando por la prensa mientras el PSOE maniobraba para apropiárselas.
Para evitarlo, la secretaria general de Podemos y ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra, volvió a arremeter contra sus socios pese a la fiesta del pacto: "Esta reforma fiscal, mucho más ambiciosa de lo que inicialmente estaba previsto por la parte socialista del Gobierno, es la mejor noticia para tener servicios públicos mejor financiados. Lo público es lo que nos hace iguales en derechos y, por tanto, verdaderamente libres", espetó en Twitter.
En verdad, Podemos no cabe en sí de gozo. Porque gracias al giro impositivo del PSOE, los morados pueden vender una vez más su utilidad en el Gobierno. No solo ante el PSOE, sino ante su propia líder, Yolanda Díaz. La ministra de Trabajo lleva tiempo desconectada de sus aliados electorales por el arranque de su proyecto político. Por eso no sorprende que tanto ella como Belarra publicaran al mismo tiempo en Twitter su particular celebración del acuerdo con los socialistas. La pelea por colgarse la medalla también sacude a ambas.
El contraataque de Yolanda Díaz
Tras el acuerdo fiscal, y sin haber cerrado aún el de los presupuestos generales, la vicepresidenta segunda sigue pidiendo rebajar el IVA de alimentos básicos como propone el PP y que se quedó fuera del paquete fiscal de este jueves. Toda una pinza al PSOE que ya contó este diario y que Díaz y el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, cocinaron en una cena. La negociación presupuestaria sigue de momento atascada, aunque los equipos de PSOE y Unidas Podemos siguen negociando.
La propia Díaz, que lanzó una OPA a los electores del PSOE con su panel de 35 expertos -algunos de ellos de marcado perfil socialdemócrata-, asume los socialistas, inmersos en una batalla ideológica con el PP por los impuestos, han perdido el marco con los populares tras varias semanas haciendo pedagogía sobre lo necesarios que son para mantener el estado del bienestar y la justicia social.
Y en esas, la ministra de Trabajo y Unidas Podemos vieron la oportunidad de hincarle el diente al PSOE y forzarle a llegar donde hasta hace poco era imposible. Yolanda Díaz busca alejarse de los extremos y ocupar todo el espacio de centralidad que tradicionalmente ocupa el PSOE. Y no esconden que los socialistas deberían cambiar de estrategia, porque les ven dando tumbos. Esos rodeos de Ferraz, piensan en el equipo de Díaz, son los que están permitiendo a la 'dama roja' erigirse ante la opinión pública como una política centrada. Objetivo: morder al PSOE y liderar el centroizquierda.
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