El cinco de septiembre Carles Puigdemont, líder de Junts per Catalunya, realizó una conferencia en Bruselas en donde reclamaba al Gobierno en funciones reconocer la "legitimidad" del independentismo, la amnistía a los encausados por el 'procés' y una serie de garantías de cumplimiento de los acuerdos para empezar a negociar su apoyo a la investidura de Pedro Sánchez como presidente del Gobierno.
Durante su discurso, el líder catalán referenció 1714 como el año en el que se remonta el supuesto desencuentro con Cataluña, cuando Felipe V ocupó el territorio. Según Puigdemont, esto podría suponer un "acuerdo histórico". Pero, ¿qué sucedió realmente en 1714?
¿Por qué 1714?
El catalán quería que el acuerdo con Pedro Sánchez sea "como el que ningún gobierno ha intentado desde 1714". Sin embargo, de acuerdo con diversos historiadores no hay fundamentos históricos que confirmen la separación de Cataluña y España. Pero, ¿a qué evento histórico está referenciando realmente Puigdemont?
Retrocediendo hasta 1707, tuvo lugar la batalla de Almansa, dentro del contexto de la Guerra de Sucesión en la que borbones y austrias luchaban por los territorios de la monarquía española. Aunque en esta batalla los territorios que se vieron afectados fueron el Reino de Valencia y el Reino de Aragón. Nada de Cataluña.
Avanzando un poco hasta el 11 de septiembre de 1714 -conocido actualmente como la Diada de Catalunya-, ocurre el fin de la Guerra de Sucesión: las tropas de Felipe V ocuparon la ciudad de Barcelona para luchar contra el ejército borbónico. Cataluña había firmado en 1705 el Pacto de Génova con las autoridades británicas donde garantizaba que, independientemente del resultado de la guerra, podría mantener su sistema de gobierno.
No obstante, poca coincidencia hay con lo que refiere Puigdemont. Historiadores afirman que el ejército borbónico ayudó a crecer económicamente a Cataluña y que, además, el pueblo no estuvo reprimido puesto que la mayoría de la población apoyaba a las tropas de Felipe V.
El historiador Jordi Canal desmiente que hubiese un conflicto de identidades entre el 'catalanismo' y el centralismo castellano. Había cierta división de opiniones, pero no una unión del pueblo entero a favor del independentismo de Cataluña.
¿Por qué Puigdemont se equivoca?
En el siglo XVIII ya existía el Reino de Cataluña, pero no como lo conocemos hoy en día. El concepto de nación política como se utiliza en la actualidad aún no estaba creado, por lo que "no había ni nación, ni Estado, así que no perdieron" el Estado de Cataluña, según comenta Jordi Canal.
Con esta afirmaciones, el argumento de Puigdemont pierde peso y veracidad. El principal problema se halla en que pretenden usar los términos contemporáneos y el contexto actual del conflicto en relación a una fecha que tuvo lugar hace más de tres siglos. "Aplican al pasado una visión anacrónica y lo distorsionan siempre", añadía el historiador catalán.
El historiador Henry Kamen afirma que no ha habido nunca una separación del Estado Catalán en ningún momento de la historia de España. "En 1714, sólo eran un Principado con ciertos derechos que perdieron con la ocupación de Barcelona. Insistir en que tenía características de un Estado casi independiente es totalmente falso. No tiene base histórica", dice el experto.
La polémica de la amnistía y el independentismo
El Parlament aprobó la Ley del referéndum en septiembre de 2017. El intento de Puigdemont de independizar Cataluña resultó fallido y en octubre de ese año huyó a Bruselas junto a cuatro 'exconsellers'. En noviembre, la jueza Lamela ordenó el ingreso en prisión del líder catalán.
Carles Puigdemont, entre sus condiciones para el acuerdo con Sánchez ha propuesto la amnistía a los encausados del 'procés'. El líder del PSOE ha comentado en el Senado que esto "sería suprimir literalmente uno de los tres poderes del Estado que es el judicial".
La amnistía es un acto inconstitucional y va contra los principios de seguridad jurídica, igualdad ante la ley y cumplimiento de sentencias. Su aprobación requeriría de una ley y que los amnistiados pidiesen perdón y renunciasen a cometer los mismo delitos.
El líder de Junts, además de no haber pedido perdón ni mostrar arrepentimiento del referéndum del 1 de octubre de 2017, pide al Gobierno otro "pactado" por el que habría que modificar la Constitución.
Otra de las condiciones que Puigdemont mencionaba el pasado martes en la conferencia de Bruselas es la 'legitimización' del independentismo. Ni el Tribunal Supremo ni el Constitucional condenaron a los impulsores de este movimiento por el hecho de ser independentistas. Todos los partidos políticos que participan en los procesos electorales tienen legitimidad democrática, incluido Junts per Catalunya que de hecho se presentó a las últimas elecciones generales.
El catalán cometió otro par de errores durante su discurso. Pidió que el acuerdo sucediese en ámbito internacional y de los derechos humanos, pero esto no tiene cabida ya que entra dentro del marco constitucional.
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