Los días de Laura Borràs como presidenta de Junts están contados. Carles Puigdemont, fundador y líder moral de la formación separatista, tiene decidido prescindir de la expresidenta del Parlament, condenada por varios delitos de corrupción, en la nueva etapa que el partido empezará tras el congreso que se celebrará en Calella (Barcelona) los días 25, 26 y 27 de octubre. Puigdemont, que en campaña electoral aseguró que abandonaría la política si no lograba ser investido presidente de la Generalitat, se ha desdicho de su palabra y ahora opta por volver a la presidencia de su organización. Cargo que ya ocupó entre 2020 y 2022.
La idea, según fuentes cercanas al que fuera presidente de la Generalitat durante el golpe a la democracia del año 2017, es que Puigdemont vuelva a asumir la presidencia y que Jordi Turull, una de las personas de su máxima confianza -le acompañó en su última huida de España-, revalide el cargo de secretario general. Ambos, procedentes de la extinta Convergencia, pretenden recuperar el espíritu de aquel partido nacionalista que durante muchos años condicionó a los sucesivos inquilinos de La Moncloa. La aritmética parlamentaria actual, con un Congreso de los Diputados más fragmentado que nunca, permite a Junts volver a jugar un papel clave en la gobernabilidad del Estado para favorecer sus propios intereses. Sin los siete escaños de JxCat, la legislatura de Pedro Sánchez está prácticamente finiquitada.
Además de Puigdemont y Turull, en la nueva dirección también se reserva una silla para el presidente del Parlament, Josep Rull, que en su momento ocupó la secretaria general de Convergencia. Antoni Castellà, ex de Unió, que en los últimos meses ha ganado protagonismo en el núcleo duro de Carles Puigdemont, también está llamado a jugar un papel importante en esta nueva etapa de Junts. Los cuatro perfiles, los que más visibilidad tendrán, defienden la unilateralidad, pero a la vez se mueven muy bien en el chantaje a Pedro Sánchez. Otros nombres como Salvador Vergés, diputado por Girona, o Mónica Sales, portavoz de Junts en el Parlament, formarán parte seguro de la nueva dirección del partido. Albert Batet, presidente del grupo parlamentario, irá perdiendo peso en beneficio de perfiles más desconocidos y menos quemados.
En el capítulo de bajas, además de Borràs, Puigdemont y Turull prevén cargarse a la mayoría de dirigentes cercanos a la actual presidenta del partido. De esta forma se prevé la salida de la dirección de Xavier Torrents, secretario de Organización, y de la vicepresidenta de la formación, Aurora Madaula, que ya quedó fuera de las listas al Parlament en las últimas elecciones. Joan Canadell, diputado en el Parlament, y Jaume Alonso Cuevillas, el exabogado de Puigdemont y que se quedó sin escaño en los últimos comicios, también quedarán fuera del nuevo núcleo duro de poder de la organización independentista.
La asistencia de Puigdemont al congreso
"Ojalá pueda estar presente Puigdemont" en el congreso de finales de octubre en Calella. Así se ha expresado, en conversación con Vozpópuli, un dirigente de Junts per Catalunya al más alto nivel cuando ha sido consultado respecto a la presencia físicamente o no de Carles Puigdemont en el cónclave. Los junteros no descartan que el diputado fugado en Bélgica pueda estar presente en la cita que, previsiblemente, le encumbrará de nuevo como líder de la formación política que él fundó. Aunque su asistencia se antoja muy complicada. Este mismo dirigente, uno de los más cercanos al expresidente de la Generalitat, descarta por completo que pueda repetir lo que hizo el 8 de agosto durante el debate de investidura de Salvador Illa. "Eso seguro que no ocurrirá" ha manifestado. Ese día, ante la sorpresa de todos, Puigdemont apareció en un escenario en Barcelona, soltó su discurso y volvió a fugarse ante la impasibilidad de los Mossos d'Esquadra.
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