La Sala de lo Penal del Tribunal Supremo ya dictó la sentencia del 'procés'. El juez instructor Pablo Llarena ya activó una nueva orden europea de detención. La Fiscalía de Bélgica ya la recibió, pero en español, y pidió que la volvieran a enviar en inglés, francés o flamenco. España ya respondió y la envió en el idioma pertinente. El expresidente de Cataluña Carles Puigdemont ya fue a comparecer ante la Justicia. Las autoridades de Bruselas ya le arrestaron, le hicieron pasar la noche detenido, le interrogaron y le dejaron en libertad sin fianza. ¿Ahora qué?
Puigdemont se encuentra en Bélgica en libertad con medidas cautelares y a la espera de que ese país decida si accede o no a entregarle ante la petición de extradición del magistrado Llarena. Bruselas tiene un plazo máximo de 60 días, que pueden ampliarse a 90, para dar respuesta.
Mientras la Justicia dirime qué hacer, el expresident tendrá que permanecer en Bélgica, ya que el magistrado que le interrogó la noche del jueves le ha prohibido abandonar el país. Si desea salir del Reino belga, está obligado a comunicarlo al juez, quien decidirá si otorga o no el permiso. Asimismo, Puigdemont deberá permanecer siempre a disposición de las autoridades judiciales y en una residencia fija.
Según el calendario establecido a su salida de la Fiscalía, el próximo 29 de octubre el líder independentista tendrá que acudir a un juzgado de primera instancia para ser interrogado por un representante del ministerio público y el juez correspondiente.
El Código Penal belga
El magistrado a cargo de la causa deberá decidir si se da el "principio de doble incriminación"; es decir, que los delitos por los que se le acusa en España están contemplados en el Código Penal belga. Tiene un plazo de hasta tres meses para comunicar su decisión.
Tras darse a conocer la sentencia contra los 12 líderes independentistas que conformaban el Govern, el juez Llarena activó una nueva euroorden por presuntos delitos de sedición y malversación. Su exvicepresidente Oriol Junqueras ha sido condenado a 13 años de prisión por las mismas acusaciones.
En el artículo 104 del Código Penal belga se hace referencia al "intento de destruir o cambiar la forma del gobierno o el orden de sucesión al trono, o hacer que los ciudadanos o los habitantes tomen las armas contra la autoridad real, las cámaras legislativas o una de ellas, será castigado" con penas de entre 20 y 30 años de cárcel.
También se menciona, en el artículo 151, que todo "acto arbitrario" que atente contra las "libertades y los derechos garantizados por la Constitución, ordenado o ejecutado por un funcionario o un oficial público (...) será castigado con penas de 15 días a un año". Los artículo 131, 132 y 134 también recogen el delito de "sedición".
Rechazos anteriores
Es la tercera vez que el juez Llarena emite una euroorden contra líderes del proceso independentista catalán. Y hasta ahora no ha tenido éxito alguno.
El primer rechazo vino de Alemania, cuando el tribunal regional de Schleswig-Holstein desestimó entregar a Puigdemont por rebelión y solo admitió la malversación. Aquella posibilidad fue rechazada por España. La segunda negativa provino de Bélgica, que rechazó las euroórdenes contra varios exconsellers por un error de forma. Ahora, Bruselas deberá estudiar el caso de Puigdemont y decidir si acepta o no la petición.
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