España

Puigdemont exigió que fuera un ministro a hacerse la foto y el PSOE asume el "mal trago" en Bruselas

Malestar entre los socialistas por la estampa de su número tres junto al expresidente catalán y la imagen de una urna del referéndum ilegal del 1-O. Ferraz no descarta otro encuentro

El PSOE está en disposición de iniciar "la semana próxima" la investidura de Pedro Sánchez. La foto del número tres, Santos Cerdán, con Carles Puigdemont en Bruselas da cuenta de ello, como reconocen varios dirigentes de peso. Ahora bien, según ha sabido este diario, el expresidente catalán pidió al presidente en funciones un emisario de mayor categoría, especialmente tras el encuentro que tuvo con Yolanda Díaz. El líder independentista quería entrevistarse con un ministro socialista. Pero Ferraz no cedió y, finalmente, le "tocó" a Cerdán, como le comentó este martes un destacado compañero en el Congreso. La bancada socialista se deshizo en gestos hacia su secretario de organización, consciente de que su imagen queda "tocada".

Las fuentes consultadas en el PSOE, hasta cuatro con asiento en el comité federal del partido, reconocen el "mal trago" que supone la imagen en Bruselas de este lunes con una urna del referéndum ilegal del 1-O. "Es un mal trago"; "un trago amargo para los compañeros que se sentaron con él"; "un mal traguillo que sabíamos que teníamos que pasar". Así describen a este diario la instantánea que el PSOE trató de tapar con la ceremonia de la jura de la Constitución de la Princesa de Asturias. Duele especialmente el cuadro con la foto de la urna, porque lo consideran una burla innecesaria.

Otras fuentes mucho más críticas con la dirección socialista por el previsible pacto con Puigdemont critican abiertamente la foto y el comunicado conjunto: "Que lo expliquen; que expliquen ellos la foto y el comunicado, que es una broma [por llamar presidente a Puigdemont]", sintetiza a este diario un destacado miembro del PSOE de Castilla-La Mancha. Es más, el propio expresidente Felipe González, quien tampoco ve con buenos ojos la amnistía a cambio de los votos de Junts para que el PSOE revalide La Moncloa, fue también contundente: "¿Por quién me toma?", espetó a los periodistas cuando le preguntaron si él se hubiera hecho esa fotografía.

Un encuentro de "una hora"

La cita entre Puigdemont y Cerdán duró "una hora", según explican fuentes de la dirección socialista, que advierten de que no sienten ningún tipo de remordimiento por la estampa que ofrecieron en Bruselas. "Creemos en la democracia y en el reencuentro", aseguran. Lo que está claro es que el PSOE descarta, al menos ahora, cualquier tipo de guiño o gesto directo de Sánchez a Puigdemont. Ni llamada ni foto. Aunque el partido no descarta volver a hacer pública una imagen con el líder de Junts para cerrar el acuerdo, que aún no está maduro del todo.

No obstante, en el PSOE consideran que tras este domingo, cuando el partido conocerá el resultado de su consulta a la militancia, "cualquier día es bueno" para que Sánchez intente lograr la confianza de la Cámara. Cabe recordar que el plazo termina el próximo 27 de noviembre. Si no hay investidura entonces, las cámaras se disolverán automáticamente y se convocarán elecciones para el 14 de enero.

Este viernes hay prevista una reunión de la Mesa del Congreso y también Junta de Portavoces, el órgano encargado de ordenar los plenos. En la planta noble de Ferraz se da por hecho que la investidura se logrará en la primera votación, que requiere de la mayoría absoluta de los diputados. Además, estas fuentes confirman que la intención del PSOE y de sus aliados es registrar la ley de amnistía antes de que se celebre la investidura de Sánchez. En las próximas horas se precipitarán los acuerdos con el resto de grupos.

El registro de la amnistía

El partido espera que el registro de la ley se haga de manera conjunta con los "56 diputados" que piden la amnistía a los líderes del procés (en referencia a Junts, ERC, EH Bildu, PNV y Sumar). Solo así, el PSOE está dispuesto a apoyarla. Ferraz quiere anunciar que su secretario general está en condiciones de ser investido cuando se hayan cerrado los acuerdos con todos los grupos necesarios. Estos pactos, engloban, además, un pacto para la legislatura. El PSOE no va a comprometerse con una medida tan polémica si no tiene capacidad de aguantar al menos dos años en el Gobierno. "Cuando veamos el pacto, veremos en qué cedemos todos. No es cuestión de ceder, sino de pactar", sostienen en la planta noble de Ferraz.

Como ya contó este diario, el líder del PNV, Andoni Ortuzar, y Carles Puigdemont cerraron la semana pasada con el PSOE los pactos de Waterloo para investir a Pedro Sánchez. El encuentro, que confirman fuetes socialistas, tuvo lugar en Bruselas y, entre otras cuestiones, abordó la foto del lunes de Santos Cerdán.

Fuentes del Gobierno declinaron responder a este diario sobre la asistencia presencial de representantes del PSOE a la reunión entre los máximos dirigentes del PNV y Junts per Catalunya (JxCAT). Mientras que los nacionalistas vascos, por su parte, no negaron la existencia del encuentro.

Los acontecimientos de cara a la opinión pública se han sucedido como si de una coreografía se tratara, tal y como se acordó en Bélgica hace unos días. El primer paso lo dio Sánchez el sábado ante el comité federal del PSOE. El presidente del Gobierno reconoció sin tapujos la necesidad de una "amnistía" en Cataluña. Es decir, Sánchez se comprometió públicamente a crear una ley que permita a Puigdemont eludir la acción de la Justicia. Y ahora todo encajará salvo sorpresas.

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