El recién nombrado fiscal general del Estado, José Manuel Maza, afronta desde este viernes un mandato lleno de grandes retos, donde quizás el más urgente es la renovación de la cúpula fiscal de nuestro país. El bloqueo político que en el último año ha vivido España provocó que se paralizan muchos de los nombramientos clave en el escalafón de la Carrera Fiscal como teniente fiscal del Tribunal Constitucional o el dos fiscales de sala del Tribunal Supremo.
La cabeza visible de los 2500 fiscales que integra el Ministerio Público tendrá que designar en las próximas semanas una treintena de nombramientos donde se encuentran vacantes plazas de fiscales jefe tan importantes como el la Fiscalía de la Audiencia Nacional, Anticorrupción y Antidroga.
Sin lugar a dudas, una de las plazas con más peso ahora en el Ministerio Público es la de Anticorrupción. En unos años donde esta lacra ha afectado de lleno a los principales partidos del país -PP y PSOE- el puesto de jefe de la plantilla de fiscales que luchan contra la corrupción y crimen organizado en diferentes comunidades autonómas -no solo desde las sede central de Madrid sino también en Baleares, Andalucía, Cataluña, Valencia- es decisivo.
Para entender la importancia de este cargo sólo hay que saber que en esta Fiscalía especilizada se investigan los principales procedimientos judiciales que han puesto en jaque a populares y socialistas y, hasta a la Casa Real,: Gürtel, Púnica, EREs, Bankia, caso Rato, Pujol, Nóos, Taula, 3 por ciento, etc, etc.
Dos "pesos pesados" de Fiscalía
El pasado mes de octubre el fiscal Antonio Salinas se jubiló -optó por no prorrogar dos años más su mandato e irse a descansar a sus 70 años- y desde entonces se han disparado las quinielas sobre quién será el próximo fiscal que ocupe este cargo. Los nombres que más suenan en la Carrera Fiscal para ocupar la plaza que ha quedado desierta tras las jubilación de Salinas son el del teniente fiscal de la Secretaría Técnica con Consuelo Madrigal, Alejandro Luzón y el del fiscal del Tribunal Supremo, Manuel Moix.
Las fuentes fiscales consultadas por Vozpópuli, explican que ambos son "pesos pesados" de la Carrera y "muy cualificados" para el puesto. En el caso de Luzón, es el fiscal de plantilla más antiguo de los que integran actualmente Anticorrupción. Pese a que la ex fiscal general Madrid lo designó teniente fiscal de la Secretaria Técnica él decidió seguir asignado a los principales casos que investigaba cuando fue nombrado hombre de confianza de la ex fiscal general: tarjetas black, Bankia, Forum y Afinsa. Quienes lo conocen lo definen como un "ante todo un fiscal" y un "hombre cabal" que huye de los protagonismos que, en ocasiones, acaparan los casos que instruye.
El otro nombre que suena para fiscal jefe de Anticorrupción es el de Manuel Moix, ex fiscal Superior de Madrid, quien actualmente ocupa plaza en el Supremo. A su favor cuenta con que dirigió de forma solvente durante años la plantilla de más de 300 fiscales que tiene la Comunidad de Madrid.
Tras un mandato en el que le tocó instar a la detención del ex vicepresidente del Gobierno Rodrigo Rato o investigar la muerte de cinco niñas en el recinto ferial del Madrid Arena en una fiesta de Halloween, en mayo de 2015 el Consejo Fiscal lo nombró para ocupar plaza en el Alto Tribunal. Ahora, su nombre suena como el de nuevo fiscal jefe Anticorrupción. Moix ya optó a esa plaza a finales de 2013 pero en aquella ocasión Salinas fue renovado.