Mariano Rajoy advirtió a los dirigentes catalanes que pretenden derribar los principios de la democracia que "no lo vamos a permitir" e insistió en que no se celebrará la consulta anunciada para el 1-O. El presidente del PP realizó este lunes un análisis sobre la situación catalana ante la dirección de su partido, con la mirada puesta en el desafío secesionista.
"Quienes promueven todo esto no quisieron dialogar, esa es la verdad y hay que decirlo y recordarlo". Su referéndum de independencia nunca fue negociable, y esto hay que decirlo. Sabían que el presidente del Gobierno no podía negociar el referéndum, porque versa sobre la soberanía nacional, un asunto que pertenece al conjunto de los españoles, y ellos lo sabían. Sabían que yo no iba a autorizarlo, porque no podía, no quería y se lo dije con meridiana claridad. No les importó, decidieron continuar en su camino a ninguna parte. Sabían que iban contra la ley, que no tendrían apoyo en Europa, y saben que Cataluña se iría de Europa, pero lo callan", recordó en su mensaje directo a Carles Puigdemont, quien pretende aprobar este miércoles la ley del referéndum..
"Todos se miran unos a otros y desconfían unos de otros, pero nadie ha sabido ejercer un liderazgo y preguntarse qué estamos haciendo", y rectificar. No hay nadie ni lo ha habido. Todo esto ha dividido como nunca a la sociedad catalana, donde son los más extremistas de los más extremistas a quienes se les deja dirigir el proceso, que se cobraron la cabeza de Artur Mas, algo inconcebible". Quiso recordar Rajoy que Cataluña ha seguido recibiendo los fondos del Estado, porque no se puede financiar, y sigue cobrando el FLA, y sigue haciendo frente a sus cargas sociales gracias al Estado.
"No tienen competencia para hacer el referéndum, no se lo da la ley", insistió en un empeño por hacer pedagogía ante la sociedad catalana, atónita ante esta situación. "La ley del referéndum no está calificada por la mesa de su Parlamento, no va en el orden del día del pleno, si lo aprueban será ilegal, lo que pretenden hacer en un día es que la mesa lo admitirá a trámite, no permitirá debate, ni enmiendas, ni garantías, es un disparate", adelantando el plan del 6-S, el 'día D' de la convocatoria del plebiscito..
"Quieren quitarle a la oposición el derecho al debate, pretenden saltarse todos los trámites legales que se utilizan en los parlamentos de todo el mundo", recordó con relación a lo que puede ocurrir este miércoles en el Parlament. "Seguimos hablando con diferentes fuerzas políticas. Con tranquilidad y firmeza, proporcionalidad, ellos quieren que hagamos lo contrario. No lo vamos a hacer. Mi obligación es cumplir y hacer cumplir la ley. Vamos a hacer que se cumpla le ley y la unidad de España. "No puede existir un gobierno democrático que pretenda ir contra la Constitución, no podemos consentirlo, es una estafa la democracia".
"Tenemos las ideas muy claras, podéis estar tranquilos en este sentido, y puedo deciros que este país va a salir adelante", remató su intervención con la mirada puesta en Cataluña, eje central de su intervención ante la plana mayor de su formación.
Inquietud entre los dirigentes
La inquietud es nota predominante entre buena parte de los dirigentes del PP, que desconocen cuales serán las medidas que va a adoptar el Gobierno para evitar el plebiscito separatistas. Un nuevo 9-N, aunque sea más limitado y con menor participación, resultaría una pésima noticia para los populares ya que Rajoy se ha comprometido, con enorme firmeza, a que tal circunstancia no tendrá lugar. En el caso de que Puigdemont lograra concretar algo parecido a un referéndum, sería un severo revés para el PP, de acuerdo con estas fuentes. El separatismo habría ganado una de los pasos decisivos del pulso.
De ahí las contundencia con la que se expresan en las últimas jornadas algunos miembros del Gobierno con relación al desafío del 1-O. Sáenz de Santamaría comentó este lunes que es posible la inhabilitación del propio Puigdemont, en el caso de que incurra en decisiones al margen de la legalidad. "Todos los responsables del 9-N están ahora suspendidos e inhabilitados", recordaba la vicepresidenta del Gobierno.
Una fecha en el horizonte
Rajoy aprovechó esta reunión de su directiva nacional para recordar el reto de ganar las elecciones autonómicas y municipales de mayor de 2019, el reto que ha señalado Rajoy para su formación, a fin de recuperar el poder territorial perdido en 2015. "Este es el objetivo de nuestro partido, fortalecer el partido, mayor cohesión, mejorar la coordinación y hemos de aplicarnos desde ya", resumió. El presidente del PP pidió que "se esté con la gente y se esté en los pueblos y que se empiece a pensar ya en las candidaturas y los candidatos", algo que no había dicho hasta ahora.
Entre los retos del futuro, el presidente mencionó la importancia de la lucha contra el terrorismo, "el problema más grave que tenemos por delante, la mayor preocupación de los ciudadanos europeos. Nos ha golpeado en toda Europa", mencionó. "Los atentados en Cataluña fueron durísimos", explicó. No quiso entrar en los detalles de la polémica sobre actuaciones policiales, aunque recordó eso sí, que "los culpables son los terroristas y la batalla va contra ellos".
"Demostrando su salud moral, algunos fueron a la manifestación de Barcelona a algo que nada tiene que ver con las víctimas ni con el terrorismo", deslizó en crítica directa a la CUP y los separatistas. Exhortó a la unidad política, coordinación europea, poner coto a la financiación de los terroristas, y el apoyo a las víctimas. Elogió a las fuerzas y cuerpos de Seguridad del Estado, "que tienen prestigio, nuestro apoyo y nuestra solidaridad".
Insistió en que presentará en las Cortes iniciativas contra los terroristas, en especial el control sobre posesión de armas de fuego y control en internet, así como reforzar en la UE la defensa de las víctimas, mediante una carta europea de Defensa de este colectivo que facilite apoyos y ayudas a quienes han sufrido este horror.
Pan para hoy
La otra pata de su acción será la recuperación económica, "uno de nuestros objetivos y sigue siéndolo". Volvió a sus mensajes habituales sobre de dónde se viene, cómo España crece más que otro país de la UE, los datos de empleo de Eurostat que subrayan que España continúa liderando la reducción del paro en el ámbito comunitario, recordó, el día en que se ha conocido las cifras de paro y afiliación de agosto, no positivos. Puso sobre la mesa los datos del cómputo interanual, en el que la creación de empleo rozó la cifra de 400.000.
"Vamos mejor", dijo Rajoy, pero conminó a sus dirigentes a que sigan empeñados en el control del gasto, en que nada de "pan para hoy y hambre para mañana" y, casi en plan regañina, aseguró que no se puede tirar la casa por la ventana, que no hay que abrazarse a las alegrías coyunturales y que hay que seguir adelante con el trabajo emprendido.
Al efectuar el balance de la actual legislatura, recordó que 'algunos acuerdos van saliendo, con algunas dificultades como el debate de la estiba', y puso como meta inmediata sacar adelante los presupuestos de 2018. Repasó algunos asuntos que se tratan en el Congreso de los Diputados, como violencia de género, protección civil, empleo... Señaló como importante el acuerdo sobre pensiones, el pacto educativo y la financiación autonómica. "Algunos pueden convocar manifestaciones , aprovechar este asunto con fines políticos", advirtió. Pidió que no se hicieran juegos políticos con este asunto: "No aprobaremos este proyecto en solitario, sin el acuerdo del PSOE, no podemos con 137 votos, siéntense a hablar y negociar", remató, en clara advertencia a Pedro Sánchez, refractario asentarse para abordar este asunto. "Espero que estén todos a la altura de las circunstancias".
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