La policía local Raquel Gago, imputada por el asesinato de la presidenta de la Diputación de León, Isabel Carrasco, abandonó este jueves la prisión de Mansilla de las Mulas (León), donde ha permanecido 258 días, tras pagar una fianza de 10.000 euros. Sin embargo, su salida de prisión ha quedado envuelta por la polémica tras haber utilizado el aparcamiento reservado a los funcionarios.
Como adelanta el periódico digital Leonoticias.com, la agente de policía abandonó la cárcel leonesa con un posible 'trato de favor'. Y es que al contrario que el resto de internos, Gago se valió de la compañía de un jefe de servicio para abandonar la cárcel por una zona de seguridad reservada, evitando así la puerta principal después de que dicho funcionario, jefe de servicio de la prisión provincial de León, utilizara su tarjeta de trabajador para acceder al párking.
Fuentes penitenciarias, citadas por el digital, han asegurado que se trata de una acción "absolutamente inusual" y que se trata del "primer caso en el que se hace algo así en la prisión de León".
Gago utilizó el aparcamiento de los funcionarios para abandonar el centro penitenciario
"Debería haber salido como cualquier otro interno y no como lo ha hecho. Es algo complicado de justificar", han advertido desde Prisiones, que ha abierto una investigación al jefe de servicio por su comportamiento "inusual". Este funcionario es conocido dentro del centro penitenciario por su amistad con Raquel Gago a la que ha acompañado en numerosas ocasiones durante sus paseos por el patio de la cárcel. El informe por lo sucedido ya se encuentra en Madrid.
Explicaciones confusas
En su auto, la Audiencia Provincial admite que existen indicios de su implicación en los hechos, pero precisa que aún así es procedente concederle la libertad. Gago fue encarcelada tras entregar en Comisaría el arma que acabó con la vida de Isabel Carrasco y ofrecer unas explicaciones confusas sobre cómo había llegado a su poder.
Afirmó que la había encontrado en su coche, donde supuestamente la había dejado su amiga Montserrat Triana Martínez, también imputada por este crimen, al igual que su madre, María Montserrat González, que se confesó autora de los disparos que acabaron con la vida de Isabel Carrasco.
"Debería haber salido como cualquier otro interno", aseguran fuentes penitenciarias
Según su versión de los hechos, Montserrat Triana Martínez, con la que mantenía una relación de amistad, dejó el arma en su coche minutos después del crimen sin que ella se diera cuenta, y no la encontró hasta el día después, que fue cuando la entregó en Comisaría.
"No habría actuado de forma tan torpe"
Por su parte, su abogado insistió ante el tribunal en la inocencia de Raquel Gago y destacó que "si hubiera participado en los hechos no habría actuado de forma tan torpe". Guerrero admitió que existe "alguna casualidad" que pueda implicar a Raquel Gago en el caso, pero precisó que serían, "como mucho", hechos castigables por encubrimiento, pero nunca por asesinato como piden el fiscal y las acusaciones particulares.
Isabel Carrasco murió tras recibir tres disparos el pasado 12 de mayo cuando atravesaba una pasarela peatonal sobre el río Bernesga para dirigirse a la sede del PP en el Paseo de Salamanca.
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