El Grupo Parlamentario Socialista se ha planteado como objetivo reducir el número de suicidios, un mal que va a asociado, en parte, a las enfermedades mentales, uno de los caballos de batalla de Podemos, el socio de Gobierno de Pedro Sánchez.
Entre las acciones que pretende llevar a cabo se encuentra el uso del big data para tratar de anticiparse a conductas suicidas por parte de los ciudadanos. No hay que olvidar que, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), el suicidio es la primera causa de mortalidad en nuestro país.
Así, en un texto publicado hace varias semanas al que ha tenido acceso Vozpópuli, el PSOE detalla que su intención es "implementar análisis de datos y big data para disponer de información predictiva con la que favorecer la prevención y el diagnóstico temprano, así como para agilizar la derivación de los pacientes a consultas especializadas".
El plan de análisis del big data debe acompañar ineludiblemente el uso de herramientas de Inteligencia Artificial para frenar los suicidios. El objetivo final es crear un plan integral para evitar en la medida de lo posible los suicidios.
Se trata de un plan con aristas sumamente complejas, sobre todo por los datos que se vayan a tratar. El Reglamento General de Protección de Datos (RGPD) es especialmente escrupuloso con el hecho de compartir información referente a datos de salud.
Los datos de salud como los que podría querer analizar el Gobierno están especialmente protegidos por la ley
De hecho, los datos de salud se enmarcan dentro de las llamadas categorías especiales. Estos datos, tal y como establece el apartado 1 del Artículo 9 del RGPD no podrán ser tratados como norma general. "Quedan prohibidos el tratamiento de datos personales que revelen el origen étnico o racial, las opiniones políticas, las convicciones religiosas o filosóficas, o la afiliación sindical, y el tratamiento de datos genéticos, datos biométricos dirigidos a identificar de manera unívoca a una persona física, datos relativos a la salud o datos relativos a la vida sexual o la orientación sexual de una persona física".
El RGPD establece varios escenarios en los que este tipo de datos sí pueden ser tratados, entre los que destaca que dicho tratamiento sea necesario para "para proteger intereses vitales del interesado o de otra persona física, en el supuesto de que el interesado no esté capacitado, física o jurídicamente, para dar su consentimiento" o que el interesado haya dado "su consentimiento explícito para el tratamiento de dichos datos personales con uno o más de los fines especificados, excepto cuando el Derecho de la Unión o de los Estados miembros establezca que la prohibición mencionada en el apartado 1 no puede ser levantada por el interesado".
El suicidio es un problema especialmente delicado en la actualidad. Según un estudio elaborado por JAMA Pediatrics entre casi 90.000 menores de todo el mundo, los problemas asociados a la salud mental entre niños y jóvenes se han duplicado durante la pandemia del coronavirus, marcada por los periodos de aislamiento y distancia social.
Número gratuito contra los suicidios
El periodo marcado para la finalización de este Plan Nacional para la Prevención, considerado un grave problema de salud pública por la Organización Mundial de la Salud (OMS), es de seis meses, por lo cual podría estar en marcha antes de 2022.
El proyecto también contempla la puesta en funcionamiento de un número gratuito de tres dígitos (al más puro estilo del 091) para combatir el suicidio. El texto refleja que el objetivo es "poner en marcha en un plazo de seis meses un servicio gratuito, coordinado e integrado de atención telefónica de tres dígitos, atendido por profesionales de la salud mental, con el objetivo de atención de crisis, ansiedad, depresión y demás problemas de salud mental, así como el abordaje de la prevención de la conducta suicida, en colaboración con colegios profesionales y entidades sociales vinculadas a la salud mental".