En una nota interna remitida al personal y alumnado, el director de la Escuela Nacional de Policía les llama a reincorporarse a las aulas a partir del 1 de junio para cumplir con los exámenes que les faltan para incorporarse al cuerpo o de promoción. La decisión ha provocado tensiones entre los convocados: consideran que el modo en que se gestiona su regreso les supone un grave perjuicio económico, además de la incertidumbre sanitaria que supondrá su encierro en las instalaciones de Ávila. Voces sindicales, como el Sindicato Unificado de Policía, ya han expresado su inquietud por la decisión
De acuerdo al escrito remitido desde la Policía a alumnos y personal, los aspirantes de escala básica (unos 3.000, recién incorporados al cuerpo) y los de escala ejecutiva (casi 700 que afrontan una promoción interna) tendrán que cumplir de forma presencial con los exámenes pendientes, proceso interrumpido por la crisis del coronavirus. Para ello, tendrán que desplazarse a la escuela, ubicada en Ávila. Todos ellos se dividirán en cinco grupos que de forma rotatoria se confinarán en las dependencias durante cinco semanas consecutivas, entre el 1 de junio y el 3 de julio.
Durante la semana en la que afronten los exámenes pendientes -diferentes, según la escala-, los aspirantes tendrán que permanecer recluidos en la escuela. El director de la escuela detalla que las habitaciones serán individuales, que habrá un máximo de diez alumnos por aula y que se dotará de guantes y mascarillas a cada uno de ellos: "Durante estas jornadas no podrán abandonar las instalaciones", añaden.
Inquietud económica y sanitaria
La decisión, no obstante, ha desatado tensiones entre los alumnos. En contacto con Vozpópuli revelan su inquietud por el riesgo sanitario que pueda suponer la reincorporación. Piden que se hagan test masivos entre todos los que entren en el centro para evitar focos de infección durante las semanas correlativas de aislamiento. También piden que se aclare si el personal de dirección y de apoyo seguirá las mismas normas, para evitar vectores de contagio.
Al mismo tiempo, aseveran que la gestión de la escuela y de los exámenes les ha supuesto un agravio económico. Se refieren a las dietas por alojamiento que el pasado 13 de marzo -cuando se suspendieron las clases por la crisis sanitaria- dejaron de percibir todos aquellos que pagaban alquileres en pisos o habitaciones de Ávila mientras se formaban: "Nos han ido posponiendo de forma consecutiva el regreso, pagando las residencias de nuestro bolsillo, y ahora nos dicen que vamos a vivir esa semana en la escuela".
El escrito del SUP
Desde el Sindicato Unificado de Policía (SUP) han remitido una carta al jefe de formación del cuerpo donde lamentan la "sorpresa" que la orden ha supuesto entre los alumnos: "Han seguido pagando el alquiler durante dos meses sin que se les indicara en su momento que deberían abandonar las viviendas, contratadas en su momento hasta junio de este año".
El sindicato también considera que todos aquellos que vivirán la reclusión en la escuela "van a estar más protegidos en sus viviendas en el exterior que manteniendo el régimen de internado": "El potencial de contagio será inferior en ellas que el que se pueda producir en unas instalaciones compartidas, al menos en las zonas comunes". La alternativa de los alumnos pasa por cumplir con los exámenes y las presentaciones pendientes de forma telemática para paliar las inquietudes sanitarias que ha despertado la decisión.
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