Los rebrotes de covid-19 en España ascienden a 560, con más de 6.000 personas contagiadas. Algunas comunidades autónomas ya hablan de segunda ola y la comunidad educativa no se siente preparada para afrontar los contagios que previsiblemente se desencadenarán con la vuelta al colegio.
No será hasta finales de agosto cuando el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se reúna con los presidentes autonómicos para abordar la reapertura de las aulas prevista para septiembre.
Algunas regiones denuncian falta de previsión, mientras que el sector docente está sumido en la incertidumbre y considera que la falta de un protocolo común para todo el país dificulta una respuesta coordinada y efectiva al avance de la enfermedad.
El temor es tal que algunos institutos han comenzado a movilizarse. Los de Castellón se han unido para solicitar a la Consejería de Educación el aplazamiento del curso.
"Estamos preocupados ante la incertidumbre que se ve se cierne sobre nosotros. Muchas de las medidas que se están proponiendo lo hacen pensando como si estuviéramos en una situación de normalidad y no es así: estamos viviendo una situación de emergencia sanitaria que en absoluto está controlada", considera Nicolás Fernández, presidente del sindicato docente ANPE.
El Gobierno delega la responsabilidad en las CCAA
Según Fernández, en junio se elaboraron unas directrices entre Gobierno y comunidades autónomas, pero "toda la responsabilidad se ha trasladado a las autonomías". "Esto ha desembocado en que cada una ha adoptado sus propios criterios y son muy divergentes", considera.
El presidente de ANPE advierte que "no tenemos la certeza de poder garantizar una vuelta al colegio que cumpla con las medidas de seguridad" ante posibles rebrotes. "El objetivo es que la enseñanza sea de carácter presencial para todos los alumnos, pero ello pasa por facilitar la remodelación de los centros y, sobre todo, por aumentar las plantillas de personal. Ahora mismo no nada previsto", asegura.
En la Confederación Española de Centros de Enseñanza (CECE) esperan que la Conferencia de Presidentes que abordará la vuelta a clase sirva para lograr una mayor claridad de protocolos, tanto de prevención como de actuación cuando se produzcan contagios.
"Deseamos que haya más unidad entre las administraciones, mejor coordinación con los agentes sociales, que no se discrimine a las familias por elegir un centro concertado y que haya equidad entre todos los territorios. Así es como se inspira confianza y seguridad, que es lo que todos deseamos", comentan a Vozpópuli.
Sin embargo, desde algunas consejerías de Educación consideran que la reunión, prevista para finales de agosto, llega tarde. "La convocatoria de la Conferencia de Presidentes para preparar la vuelta al cole tan solo un par de semanas antes del inicio de curso llega tarde, puesto que el margen de tiempo es muy escaso, y máxime ante el desafío tan importante que tenemos por delante", apuntan desde la Consejería de Educación de Galicia.
"Educación no ha ejercido liderazgo ni sus competencias"
Desde el Gobierno gallego, añaden, siempre hemos reclamado un protocolo único de inicio de curso como sí ha dictado para otros ámbitos, y no las recomendaciones genéricas que depositaron. "Toda la responsabilidad recae en las comunidades autónomas", inciden.
"Consideramos que el Ministerio de Educación no ha ejercido sus competencias ni el liderazgo educativo que le corresponde, ni en la gestión del final del curso 2019/20 ni tampoco en el inicio del próximo", zanjan. El Ejecutivo gallego confía en que la reunión con Sánchez sirva para aclarar el reparto de los fondos prometidos, su cuantía exacta, cuándo se va a materializar y con qué condiciones.
Las familias también están preocupadas. "No sabemos en quién recae la responsabilidad de garantizar la seguridad en los centros educativos para que los alumnos no corran riesgo de contagio", reconoce Leticia Cardenal, presidenta de la Confederación Española de Asociaciones Padres y Madres de Alumnos (CEAPA).
"Las familias y alumnos no han sido una prioridad para este Gobierno durante la pandemia, pero entendemos que mucha gente se estaba quedando por el camino. Hemos cerrado el curso con muchas dificultades y con mucho esfuerzo por parte de los padres, pero si la pandemia impide volver a las aulas, lo que se hizo no volverá a ser válido", advierte Cardenal.
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