En los últimos días ha empezado a circular entre distintos chats policiales un documento que ha tambaleado los cimientos de Jusapol, la asociación que ha abanderado la equiparación salarial de policías nacionales y guardias civiles con sus homólogos en Cataluña y País Vasco. A primeros de junio de este año, Natán Espinosa, presidente de la organización, recibía un burofax que hizo saltar las alarmas entre sus compañeros.
“Nos ponemos en contacto con usted para comunicarle que nuestro cliente Gustavo Adolfo G. I. ostenta la propiedad de la marca comercial JUSAPOL”, rezaba el escrito, para añadir a renglón seguido que “le requiero para que se abstenga del uso de la marca referida”. La nota ponía fecha de caducidad a la organización.
El mensaje finalizaba con una amenaza: “Si no se aviene a lo solicitado, el titular de la marca podrá ejercer ante los órganos jurisdiccionales las acciones civiles o penales que correspondan”. También apunta a que acudirían al régimen disciplinario del Cuerpo Nacional de Policía si seguían utilizando la marca.
Según la web de la Oficina de Patentes y Marcas, la marca fue registrada el 15 de septiembre de 2017, dos meses después de que un grupo de policías inscribiesen la asociación en el ministerio del Interior. Pero, ¿por qué se inscribió sin el conocimiento de los agentes? Este periódico ha intentado ponerse en contacto con Gustavo Adolfo a través de un número de teléfono que aparece en internet vinculado a la misma dirección con la que registró la marca. Nadie ha levantado el auricular.
El inicio de la marca
En 2017 se desempolvó una sinergia entre policías nacionales y guardias civiles para conseguir una reivindicación que data de los años 90: conseguir la equiparación salarial con los agentes autonómicos, en especial con los Mossos d’Esquadra. La lucha por lo que ellos creían justo se organizó bajo el paraguas de una asociación común a la que se bautizó como Jusapol: Justicia Salarial Policial.
Bajo un mismo sello tomaron las calles y protestaron frente al Congreso y las sedes de los partidos. Al final el Gobierno de Mariano Rajoy dio su brazo a torcer y destinó 1500 millones para dar unos primeros pasos para conseguir el objetivo de la asociación. La moción de censura no cambió las cosas y el nuevo ministro del Interior ha ratificado, de momento de palabra, el acuerdo al que llegó su predecesor.
¿Quién ha sido?
El acuerdo alcanzado en marzo por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad con el exministro Zoido para aumentar los salarios de los agentes tensaron aún más la relación. Jusapol la vió insuficiente y acusó a los sindicatos y asociaciones policiales de doblegarse ante los que mandan.
“Vemos una mano sindical detrás de todo esto”, apuntan fuentes internas de Jusapol. Entre los distintos sindicatos tradicionales de Policía no siempre se ha visto con buenos ojos la irrupción de un movimiento que copaba páginas de diarios día sí y día también. La posición hegemónica de algunos y la relación de las organizaciones más vetustas con el poder podía verse agredida por los nuevos chicos del barrio.
“Puede vender peines si quiere”
“Jusapol tiene registrada la marca en el epígrafe de asociaciones, este hombre si quiere puede vender peines con la misma marca si quiere”. Desde el servicio jurídico de la asociación se expresan así para explicar que Gustavo Adolfo puede usar el nombre para otras actividades siempre que no sea para montar una asociación.
Patentes y Marcas le dio permiso a Gustavo Adolfo para registrar la palabra ‘Jusapol’ en una serie de epígrafes, a saber en el 35 y en el 38, lo que le da posibilidad de crear negocios comerciales y servicios de telecomunicaciones bajo ese nombre. También intentó inscribirla en el 45, el de asociaciones, pero se la denegaron porque ya había una organización activa con ese título.
“No nos preocupa para nada. Hemos intentado ponernos en contacto con él para aclarar la situación pero no nos ha respondido”, aclaran los agentes. Que el conflicto tenga recorrido sólo puede decidirlo Gustavo Adolfo en caso de que lleve ante los tribunales la ‘amenaza’ que arroja en su burofax.
Apoya TU periodismo independiente y crítico
Ayúdanos a contribuir a la Defensa del Estado de Derecho Haz tu aportación