Cuarenta y cinco largos días ha durado la pesadilla de un patrón de pesca de Huelva. El 14 de julio fue detenido en una ciudad costera de Mauritania acusado de causar la muerte de cuatro marineros del país africano por una colisión con el barco pesquero de los mismos. Según cuentan desde el despacho de abogados Osuna, que se ha encargado de la defensa, "parece ser que en alguna ocasión fingen o simulan una colisión que no es verdad para exigir a la empresa indemnizaciones para las familias de las víctimas", de forma que si la empresa del buque no indemniza "al patrón lo tienen allí detenido", por lo que "no es la primera vez que ocurre algo así".
Algo que tanto los abogados como la familia del patrón onubense pensaban que no iba a demorarse más allá de unos cuantos días ha durado más de mes y medio. Y eso que tanto su abogado aquí en España como los testigos en Mauritania, aseguraban que no se había producido ninguna colisión con ese barquito y por tanto la detención no tenía ningún sentido.
El patrón, que posee mucha experiencia y horas de navegación, tripulaba un buque de pesca de 50 metros de eslora, cuya tripulación está compuesta por 26 miembros, pertenecientes a diferentes países como Marruecos, Senegal y de Mauritania.
Pero por fin, el pasado 30 de agosto, terminaba el calvario para el patrón onubense y para toda su familia tras 45 días de "incertidumbre y peligro grave para su vida", puesto que, como ha señalado en varias ocasiones su abogado, el onubense "temía por su integridad física diariamente, dada la inseguridad y ausencia de derechos en Mauritania". En este sentido, el bufete ha explicado que el patrón "ha tenido que viajar al Sahara y de allí a Casablanca, para coger un avión a Sevilla, todo ello en 18 horas sin descanso". Tras su llegada a España, desde el bufete Osuna niegan categóricamente esas cuatro muertes infundadas" y "pretende pedir responsabilidades administrativas" al Estado español y a la empresa propietaria por "mal funcionamiento".
Desde su detención y tal y como ha asegurado su abogado, Fernando Osuna, el patrón sufrió pesadillas y ansiedad, ya que se encontraba en una situación "de mucha inseguridad y pocas garantías". En un primer momento, y tras estar en la celda, pasó a estar encerrado y vigilado en su barco por la policía del país africano y, finalmente, pasó al hotel, donde "ha estado encerrado sin poder salir de la habitación", también bajo vigilancia policial.
Ni el consulado ni la armadora canaria han ayudado en nada
Fernando Osuna, abogado del patrón onubense, ha remarcado que la armadora canaria para la que trabaja el patrón "supuestamente" había pagado la indemnización para su liberación, pero que al llamar le decían "que por teléfono no facilitan ninguna información". Asimismo, criticó también que "han sido nulas" las ayudas del Consulado y la Embajada de España, así como del armador canario. Incluso se plantearon desplazarse hasta el lugar pero que era casi imposible porque "para llegar allí hay que atravesar un desierto que hay entre la costa y la capital", que "son 400 kilómetros, donde hay muchos controles del ejército y la Policía".
El sistema judicial de Mauritania también es bastante complicado según ha explicado Osuna. El abogado del patrón onubense lamentó que el sistema judicial y la policía del país africano "han funcionado muy mal" en el caso del patrón de pesca, que ha estado "sin abogado" y "sin que se le haya entregado el atestado y resto de actuaciones policiales y judiciales".
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