María del Mar M.B., conocida como la 'Reina de Ronda', siempre ha sido una especialista en el mundo del narcotráfico. Esta mujer, de 38 años, ha liderado grupos dedicados a la introducción en España de cocaína procedente de Colombia. La Policía Nacional ha vuelto a detenerla, esta vez, cuando recibía once kilos de cocaína que habían llegado horas antes a Madrid en un vuelo procedente de Colombia.
Siempre utiliza el mismo 'modus operandi'. Introducía la cocaína a través de “mulas” y maletas, en vuelos procedentes de Colombia, para su distribución por España y Europa. Su última detención fue hace más de diez años. En esa ocasión parte de sus beneficios los empleaba en la beneficencia. Incluso llegó a pagar de su bolsillo una Cabalgata de Retes en su localidad, Cuevas del Becerro (Ronda).
Como otras conocidas narcotraficantes, dedicadas al tráfico de cocaína, María del Mar invirtió parte de sus ganancias en operaciones estéticas con la que modificó su apariencia externa.
Un perfil de pasajeros sospechosos
En este caso, la investigación de la Operación 'Sac' ha contado con la colaboración de la DIRAN de la Policía Nacional de Colombia. Los agentes descubrieron que una organización se dedicaba a enviar cocaína a España a través de maletas en vuelos comerciales.
Las pesquisas no fueron fáciles ya que los policías tuvieron que determinar el vuelo en el que sería transportada realizando un completo estudio y elaborando un perfil de los pasajeros. Gracias a ello dieron con los posibles sospechosos.
El recorrido de la cocaína
Una vez el vuelo aterrizó en el Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas, los agentes realizaron un seguimiento de los pasajeros que previsiblemente podrían ser portadores de la maleta. Una de las pasajeras levantó las sospechas de los agentes al mostrar una actitud nerviosa y esquiva en todo momento a la hora de pasar los diferentes controles.
Por ello, de forma inmediata, los investigadores recabaron más información de esa persona a través de los canales de cooperación internacional, obteniendo datos de relevancia que indicaban que disponía de antecedentes por delito de tráfico de drogas en varios países sudamericanos.
Esta mujer se desplazó en taxi hasta un albergue en el centro de Madrid, donde se puso en contacto con un varón y, tras el breve contacto, éste abandonaba el lugar conduciendo un coche. En base a la investigación, se tuvo constancia de que el varón había facilitado a la mujer que transportaba la maleta una dirección a la que debía acudir.
Negocios en una zona discreta de urbanizaciones
Al cabo de una hora, la pasajera tomó un nuevo taxi y acudió hasta otra zona de urbanizaciones, más discreta y sin tanto trasiego. Allí la esperaba una mujer, que fue reconocida por los agentes por ser una conocida narcotraficante apodada “Reina de Ronda”, y el mismo varón que había sido visto horas antes en el albergue.
Estas tres personas accedieron al interior de un garaje comunitario, cerca del Centro Comercial Plenilunio, y procedieron al intercambio de la maleta. En ese momento, los agentes interceptaron a los tres implicados y procedieron a su apertura observando en su interior varios paquetes que contenían cocaína.
En el interior del vehículo comprobaron que se había instalado una “caleta”, destinada al trasporte seguro de material de procedencia ilegal como armas, dinero o droga. En otra parte del coche, oculta en el interior del salpicadero, se encontraban varios fajos de billetes envueltos en papel film transparente destinados a sufragar la compraventa de la sustancia. El total de dinero intervenido superaba los 23.500 euros. Un dinero que iba a ser destinado a pagar la droga colombiana.